Sí, alguna vez me lo dijeron. Tiempo después comprendía la intencionalidad y el sentido con el cual se pronunciaba esta frase, en llegando personas del mundo agrícola, en ocasiones pintiparadas a las Ferias y o festejos de los pueblos y ciudades.
Es curioso cómo en cada ciudad se juzga a las personas según el tipo de vestimenta al uso. En Málaga capital hay muchos menos prejuicios para elegir qué vestimenta usaré en llegándonos meramente a la panadería, que por ejemplo en Antequera o en otras ciudades más al interior. ¿Influencias del turismo costero?, es posible. Estamos en tiempo de rebajas, por unos precios arreglados, podemos cambiar el contenido del armario. La complicación aparece en cuanto elegimos algo diferente a lo que… ya tenemos en el ropero, veamos: Si no “queremos” parecer un cortijero, si hemos de cambiar lo ya existente, (está muy visto), si además queremos con ello agradar a nuestra pareja… ¡qué difícil nos lo ponen, porque las nuevas tendencias…! Por cierto ¿han observado que, por cada tienda de ropa para hombres, hay siete para mujeres? Aquí la igualdad viene dada por la diferencia en el destino que cada género pretende darle al presupuesto personal. Yo pienso que realmente, las personas somos algo más que una foto de revista.
Retornemos al mundo de la Agricultura, con mayúscula, sí, como debería ser siempre. El mundo agrícola, del cual proviene el cortijero, es el único sitio donde se producen los alimentos imprescindibles para nuestra subsistencia; las prendas de vestir, aquellas telas y abrigos destinados a cubrir nuestro cuerpo, es a mí parecer tema de muy segundo plano, más aún con las temperaturas que estamos soportando. Y quiero hacer hincapié en el tema, pues situando al turismo como eje esencial para la generación de riqueza en estas soleadas tierras, la agricultura no habría de ser menos, si se le otorgase la importancia que se merece, si tratásemos con algo más de cariño… (Inversiones), al cortijero.
Me enorgullece y me llena de plena satisfacción el encontrarme en plena Vega Antequerana un nuevo producto, un nuevo alimento desconocido para mí, hasta que pude ver en la primavera pasada, emerger de las ricas tierras antequeranas, un nuevo cultivo.
AlSur, empresa netamente antequerana, sus Directivos son las personas que están dedicando un gran esfuerzo por llevar adelante esta innovación en la alimentación, aportando una gran inversión en la siembra e industrialización del producto. La quínoa.
Podríamos decir que es un pseudocereal, en su contenido, además de una gran parte de hidratos complejos por cada 100 gramos de producto nos ofrece unos 16 gramos de proteínas, 6 gramos de grasas, destacándose la presencia de ácidos omega 6 y omega 3. Asimismo cabe destacar su alto aporte en fibra, pudiendo alcanzar los 15 gramos en los mismos 100 referidos de quínoa. Aportando además un alto número de micronutrientes como el potasio, magnesio, calcio, fósforo, hierro y cinz entre los minerales y vitaminas del complejo B en cantidades apreciables y vitamina E con función antioxidante.
Mis felicitaciones para AlSur y Enhorabuena a todos sus Directivos y personas del mundo de la Agricultura, gentes emprendedoras que hacen posible cada día, que no nos falten los alimentos.