Esta ciudad se está moviendo desde sus entrañas y nos está dejando boquiabiertos. Sus monumentos megalíticos la está paseando por medio mundo. Y aquí, asentados en una orografía irregular y bellísima, guardiana de una amplia vega y protegida por la maravilla natural que es El Torcal, se entremezcla su población, con la lucha diaria, los sueños, ilusiones y deseos constantes de una vida más llevadera para todos. Así nacen los ideales, tantas iniciativas solidarias como se realizan. El musical Mamma Mía ha colmado todas las expectativas, y muchas más, que despertó cuando logró vender sus entradas y listas de espera para una próxima puesta en escena. El trabajo de esos chicos, compatibilizándolo con el propio de cada uno, sus familias y amigos, es admirable. ¡Qué bien lo hacen! Y Antequera tiene que volver a abrir sus fronteras para llevar a otros lugares a este grupo simpático y bien avenido que tanto nos hizo disfrutar las casi tres horas que nos mantuvo pegados a la butaca del Teatro divirtiéndonos de lo lindo.
Y tantas otras iniciativas bonitas que se suceden. El arroz de la asociación de CALA el pasado domingo en el Paseo Real, jóvenes y mayores, grupo de valientes que no se esconden de los convencionismos sociales y luchan por salir del alcoholismo. Reclama a la sociedad ayuda para que estos anhelos se conviertan en realidad. El esfuerzo de superación y la constancia en sus terapias se merece un apoyo incondicional de todos.
A tener en cuenta la iniciativa del Socorro. La cena que a favor de Cáritas de San Juan se celebra el día 27 en el Golf. Sé que todo el dinero recaudado va íntegro a paliar tanta necesidad que hay en el barrio. Cerramos el mes con dos días completos de supermercados y un despliegue de muchos voluntarios para la campaña anual del Banco de Alimentos, días 27 y 28, es importante la colaboración de todos. Antequera se beneficia de esta solidaridad en muchos colectivos desde Prolibertas hasta los hermanos de San Juan de Dios, Casa Menga, conventos, familias, iglesia evangélica y un largo etcétera. La aportación pequeña e individual se hace grande y hermosa con la suma de todos. ¡Lo que da de sí nuestra Antequera!