Estamos dando una mala imagen en el exterior que no es más que un pequeño reflejo de cómo anda el interior. Hay parcelas de poder, instituciones y otros aparatos del Estado que están prohibido tocar. Y, lo estamos haciendo ¡de qué manera! La decisión acertada o no de un juez no puede ser la causa de abrir zanjas insalvables entre posturas que se presumen antagónicas. Las distintas sensibilidades y puntos de vista hay que cuestionarlas y solucionarlas en el marco de nuestra Constitución, amparándonos en los derechos que ésta nos ofrece. Es lamentable lo que nos está sucediendo, y hablo en plural, porque el tema nos concierne a todos, las ideologías políticas tienen que estar dentro del juego democrático, sin protagonismo ni excepciones.
Yo desconozco los motivos reales, aparte de lo que sale en prensa, por lo que el juez Varela ha inculpado a Garzón, pero hay que dejar actuar sin coacciones, ni manifestaciones, y mucho menos, poner en entredicho, nuestro sistema judicial, que aunque no sea el mejor del mundo, sí tiene que gozar de independencia. De lo contrario puede hace tambalear los otros poderes, Pilares de cualquier estado de Derecho.
Me daba un poco de coraje y amor propio cuando las noticias que salían al exterior de España estaban referidas a cualquier tipo de folklore, poca seriedad transmitíamos, fuera de turismo, toros y fiestas. Pero aún así, era mejor que la impresión que estos días se tiene de nosotros, y me temo que va a continuar.