Bajo este singular nombre se denomina a una enfermedad infecciosa que anualmente afecta a millones de personas en todo el mundo. Es una patología endémica en numerosos países de Asia, África, América del Sur e incluso Australia.
El dengue está producido por virus del género flavivirus, se transmite de persona a persona por la picadura de mosquitos infectados con el virus. Produce una infección que en principio tiene una sintomatología similar a una gripe, cursa con fiebre alta, dolor de cabeza y de articulaciones, tos e inflamación de ganglios linfáticos.
Estos síntomas suelen aparecer entre siete y diez días desde que se produce el contagio. Un síntoma muy típico que se produce en el dengue es una erupción cutánea muy característica diseminada por todo el cuerpo. El diagnóstico parte de los síntomas observados y se confirma con un análisis de sangre que pone de manifiesto la presencia de los anticuerpos. Aun en la actualidad no existe tratamiento específico contra el dengue, tampoco se dispone de ninguna vacuna.
De esta manera, el tratamiento farmacológico solo es sintomático, se utilizan antitérmicos y se intenta mantener un buen estado de hidratación.Habitualmente el dengue tiene buen pronostico, los pacientes se recuperan con normalidad. Solo algunos casos de dengue pueden producir dengue hemorrágico, que es una enfermedad muy peligrosa porque puede llegar a ser mortal. Estos pacientes además de los síntomas del dengue presentan daño hepático, gran sudoración, convulsiones y pueden sufrir un shock que les produzca la muerte.
Para terminar quiero felicitar a todas aquellas personas que este año han Confirmado su Fe y por supuesto también a todos aquellos que han realizado la Primera Comunión. Ellos son el futuro y en ellos están puestas nuestras esperanzas como cristianos.