Llevo meses sin escribir por aquí, el tiempo, el trabajo, el estrés me absorben cual bayeta usada un día tras otro sin poner impedimento alguno a ello. Y no es una queja, sino más bien lo contrario. El tiempo se escurre rápido, pero hay que vivirlo. El trabajo y el estrés aprietan, pero son signos inequívocos de la profesión que ejerzo: el Periodismo.
Es en el Periodismo donde encuentro el refugio ideal para escapar de aquello que anida en la sociedad, el hastío, desencanto, dolor, sufrimiento, para convertirlo en mi punto de inflexión para seguir cada día y darme cuenta de lo afortunada que soy. Algunos entenderán esta pequeña reflexión, otros no, pero eso, es otra historiaMe propuse contarles hace tiempo lo que acontecía a diario en esta humilde Redacción y les tengo abandonados.
Hemos aumentado nuestra plantilla, y todo, gracias a la Universidad de Málaga y sin duda, a nuestros anunciantes, suscriptores y lectores, porque ellos son los que verdaderamente mantienen a flote este periódico centenario.José, Alba, Dani y Pablo son los jóvenes periodistas y estudiantes de Grado de Periodismo que nos traen la savia nueva que hoy crece a nuestro alrededor.
Durante mis años aquí, muchas caras y vivencias compartidas por muchas personas que han pasado ya, a algunos me habría gustado tenerlos para siempre a mi lado, a otros, afortunadamente los tengo bien lejos.Lo cierto es que estos chavalillos han conseguido que nuestra sonrisa salga cada día con sus bromas, su buen hacer, que enseñar esta profesión es maravilloso cuando les ves que avanzan y que además son buenas personas.
Hoy nos toca despedirnos de Pablo, nuestro Pablete Ariza Martín, madera periodística cien por cien, es la que lleva este antequerano que en cuatro meses nos ha conquistado a todos. Les aseguro que hay días en que me ha sacado de mis casillas, pero siempre con buen humor y sabiendo que no hay maldad en todo lo que hacía. Creo que todos estamos un poco tristes con su marcha, pero sabemos que es para continuar su formación y seguir aprendiendo.
Pablo, continúa hacia arriba, siempre siendo tan transparente como eres en todo lo que haces y sigue sacando sonrisas y hablando tanto como lo has hecho con nosotros en este tiempo. Solo un par de cosas más, aquí estamos, para eso de lo tuyo, y sobre todo, carpe diem.