Que los que pisan la cárcel de Soto del Real y se llaman Ignacio González o Pujol Ferrusola comen de entremeses queso manchego, jamón y juegan al squash. En fin la vida padre entre rejas. No entiendo el uso político de los muertos por terrorismo ya sean unos u otros, la discriminación es la bajeza política.
Dicen que el hijo de Trump se dedicaba a cartearse vía emails con Rusia durante la campaña electoral de su papá. Comentan que las grandes y desperdiciadas obras públicas las pagamos todos los españoles, como no somos tontos ya nos lo olíamos. La tan traída y llevada transparencia se oculta, no se contesta, sólo está el nombre creado por el gobierno, detrás no sólo hay vacío, es peor se oculta la impunidad de los disparates efectuados, por ejemplo, lo que cobran los directivos de RTVE.
Pero para que hablar de eso, por un poner, los listados de sociedades en el extranjero que se parapetaron detrás del simpático ministro Montoro y su amnistía fiscal. Cuentan que el que parte, oculta y engaña se lleva la mejor parte, pues debe de ser eso.
Me duele ver salir a Rafael Nadal de Wimbledon, y me molesta más que no haya sido, como se merece en la pista central. Hablan de que la Suite Belga es la que ocuparan Letizia y Felipe, nuestros reyes, cuando lleguen a Buckingham cuando lleguen a la casita de 775 habitaciones de la reina de Inglaterra.
Hablan aquí en España, que la gente se va a la playa con el bocata, la sombrilla y unas cervecitas y oye, se lo pasan fenómeno. Algunos amigos citan estos días a Freud y de ahí que me haya quedado con una de sus frases preferidas para cerrar estas palabras: “Antes de que te diagnostiquen con depresión o baja autoestima, asegúrate primero de no estar rodeado de idiotas”.
¡Al solecito, con protección!