Este sábado se presenta el Cartel de la Semana Santa de Antequera de 2023. Y el próximo viernes, se pregona el Carnaval de Antequera. Dos fiestas, dos fechas, la misma ciudad y en muchas ocasiones, las mismas personas. Pero no transmiten hoy la misma sensación. El Carnaval tiene ganas de crecer, las cofradías hace tiempo que parece que dejaron de hacerlo. Algo pasa. Habrá que examinarlo y poner soluciones.
En el Carnaval había una sola chiriparsa, para este año ya serán cinco los grupos que apuesten por el talento de cantar y pasárselo bien. Sin complejos, sin miedo al qué dirán, van sumando y creciendo. Llevan años en busca de la identidad perdida y del formato de cómo asentarlo. El Pregón está uniendo a familias de Carnaval: se preparan, se ilusionan, hablan sobre él… Los niños contagian a sus clases y padres para participar en el concurso. Son todo buenos propósitos.
No se escuchan malos rollos entre ellos, algo que sorprende porque siempre que alguien pretender participar en algo, surge una crítica. Todo lo contrario que en el mundo cofrade. Paren la lectura; piensen: ¿qué es lo último que se sabe de una cofradía? Llevamos un tiempo de difamaciones, de denuncias, de desuniones, de enfrentamientos, de rupturas… ¿Qué pasa en el seno de las cofradías? Serán las mínimas, pero son las que más suenan.
Ante la inminente Cuaresma… ¿no suenan más las diferencias, las disputas, las críticas, que lo que realmente debe de ser una cofradía? ¿Se les ha dejado solas en el camino? ¿No hay quien las guíe?
Pasan los años, ya 49 para el que escribe, y al final vamos a tener que dar la razón a quienes cuando éramos jóvenes, nos decían lo complejo que era este mundo y las diferencias que hay y lo imposible que era pasar por ellas. Pero ¿vamos permitir que sigan así? Si vuelvo a preguntar: ¿en casa o con los amigos, de qué se está hablando hoy del disfraz del Carnaval o del inicio de la Cuaresma? Cuando se escucha hablar de cofradías, ¿qué surge, su labor social y de ayuda a los demás o de la politización y reproches entre algunas de ellas?
Estamos a tiempo aún. La Cuaresma es un tiempo de conversión. Quizá se precisan unas directrices claras, reales y donde se traten a todos por igual, desde el director espiritual hasta el último que llegue. Puede que haya llegado el momento de establecer la diferencia entre cofradías religiosas, culturales, patrimoniales o populares. Las hermandades seguirán teniendo más historia y patrimonio que el Carnaval, Halloween o la San Silvestre, pero habrá que preguntarse si algo estamos haciendo mal para que al hablar de ellas, suene más lo negativo que lo positivo.
De todos depende, de entrada ahí está el miércoles 22 de febrero. Que cuando se hable de una cofradía, se destaque el palio, la marcha, lo bien que van… pero que no se olvide que ése es el camino, pero que al final todo nos tiene que llevar a la fe. Pero… ¿realmente todo conduce al Señor? Cuestión de saber lo que es una cofradía y la fe…
