La fotografía la recogemos en la página 5 de la edición impresa del sábado 24 de enero. Fue con motivo de la entrada como académico de honor de la Real Academia, de nuestro padre y director Ángel Guerrero. Los tres primeros que llegaron al Museo fueron Juan Alcaide, Cristóbal Toral y Ángel Guerrero. Como quedaba tiempo, Toral propuso ir a ver sus cuadros, por lo que los cuatro decidimos ir juntos.
Pidieron subir en ascensor, entramos y con tanto botón, al no saber a qué planta darle, cada uno probó suerte y dio a un número distinto y… ¡claro, se bloqueó! Nos quedamos encerrados cerca de 30 minutos, hasta que Manolo Romero logró abrir el ascensor averiado. La experiencia fue única. Cristóbal pedía que abriéramos la puerta. Mi padre llamaba por teléfono, pero no había cobertura dentro del ascensor. Y Juan Alcaide empezó a esbozar su sutil ironía: “¿Se dará alguien cuenta de que estamos aquí?”. Cristóbal y Ángel le dijeron que sí, porque ellos tenían que hablar en el acto de la Real Academia. ¡Imaginen la que se formó!
Los tres entraron vestidos a la perfección, trajeados, con corbata, pero… el tiempo pasaba, nadie nos abría y el calor se hizo presente. Deciden empezar con el pañuelo, secando la frente, y a los 15 minutos, fue Juan Alcaide quien decidió quitarse la chaqueta, pero antes nos dijo: “Guerrero junior, ¡haznos una foto para tus memorias, para que la publiques, pero con la chaqueta puesta, pero no digas nada hasta que alguno se muera”, entre risas de todos.
Fue como presenciar tres discursos de tres figuras. Toral, preocupado por sus cuadros, que quería verlos y comprobar cómo estaban, sobre todo el retrato de su padre. Ángel preocupado con el reloj y preguntándose “¿os imagináis que nadie se dé cuenta de que estamos aquí dentro?”. Y Juan Alcaide, pidiendo menos sorna y que abriéramos la puerta de una vez.
¡Quién iba a decirnos que íbamos a tardar tan poco tiempo en desvelar ese momento de 30 minutos, en la mayor concentración de artistas antequeranos, de hijos predilectos, en un ascensor del Museo de la Ciudad!