El encabezamiento se lo debo a mi buen amigo Gerardo que juntos presenciamos el cambio de gobierno en la alcaldía de Mollina. Es la primera vez en democracia que mi patria chica tiene un alcalde popular, y me alegro enormemente porque sé que lo hará bien. Paco «Huracán» como es conocido por todos, es una persona de extracción humilde que se ha hecho a sí misma. Buscavidas, trabajador, tenaz y emprendedor, cualidades todas muy necesarias para poder llevar las riendas siempre, pero máxime en tiempos complicados.
Seguro que su inquietud empresarial la va a poner al servicio de sus vecinos, y es posible que no tardemos mucho en ver cómo Mollina sale de la situación difícil que la crisis ha provocado y se alía con ese estado de bienestar que tan bien le sienta y que tanto le ha ayudado a crecer estos últimos años. Porque este pueblo, que apenas tiene historia fuera de sus límites geográficos, sabe conjugar la tradición y la modernidad con el mismo acierto que se ha hecho sitio con el vino, nombrándole embajador vitalicio, muchos son los lugares donde llega dejando impregnado el ambiente del olor de sus viñedos y del buen hacer de sus gentes.
Gente hospitalaria que acoge y comparte. Es curioso ver el pequeño pueblo inglés que se aposentó años atrás y que conviven en gran armonía formando parte del paisaje al que le han dotado de un aire más cosmopolita. En este ambiente comenzará su andadura el nuevo flamante alcalde, calificativo que le va de maravilla. Es gran dominador de cualquier situación y difícilmente se arruga ante la adversidad. Creo que pese a la moción de censura que le ha dado la alcaldía con alguna voz discrepante, convencerá pronto y acabará poniendo una nota de alegría en los rostros de los más escépticos. Y en falta, muchas personas que ya no están y les hubiera causado la noticia un gran regocijo. Personalmente le deseo lo mejor porque esa tierra que comienza a gobernar sigue siendo dueña de una parte de mi corazón.
