¿Será posible que sea una realidad? Cuesta creer que tamaña inversión vaya a encontrar, por fin, su lugar de destino. Un proyecto ilusionante para una comarca bien comunicada y abierta, que ha tenido que esperar quince años guardado en un cajón, sin saber con qué arbitrariedad han actuado los antiguos dirigentes de la Junta. Pero las alegrías para este equipo joven y entusiasta que nos dirigen, desde hace unos meses, se van disipando en la incomprensión del gobierno central.
Prohibido financiarse en los mercados, por boca de la que pueda ser posible ministra de economía y, a sabiendas, el precio económico, amén del político, que costará la investidura. No importa que la ministra Montero fuera la consejera económica cuando Andalucía se desviaba del ajuste presupuestario, se puede pensar que a los socialistas no se les ponen las cosas tan estrechas, otras comunidades gobernada por ellos, que sobrepasaron el presupuesto, no han sido penalizadas, o bien, que aún están abiertas las heridas por haber perdido un territorio que consideraban de su propiedad. Desde Madrid parecen oponerse al avance de Andalucía.
Cuando el Puerto Seco ha llenado de esperanza y futuro las aspiraciones de muchos andaluces, y la prensa cubierto páginas de un proyecto que traerá economía y desarrollo a nuestra comunidad, el mazazo no se ha hecho esperar: No os podéis financiar en los mercados. Quizá haya sido el atrevimiento a bajar los impuestos de sucesiones, a gobernar de una manera más dinámica, o tal vez, al miedo que tienen de admitir que el gran desarrollo que está teniendo Andalucía, no lleve sello socialista. Habrá que hacer virguerías para cuadrar los presupuestos del castigo, porque eso es lo que parece, pero seguro que el Puerto Seco echará a andar, Sanidad y Educación, tendrán sus necesidades más que cubiertas, y las partidas para otras áreas, donde la necesidad no es de primera fila, se irán entremetiendo como Dios les dé a entender.
Una jugada maquiavélica que tendrán que sortear con tacto y habilidad. Diciembre no puede despedirse sin una mención especial. En la serenidad de las fechas que se acercan, el mensaje de Jesús, que cada año nos llega más claro, sosegado y cubierto de paz, va a ser posible arrancarle una sonrisa a todos. Y ese arrope de fe y calor que el niño Dios no regala, cubrirá a los andaluces, también a sus dirigentes, que trabajan incansablemente por equilibrar las cuentas, que recibieron con muchas fullerías.