A la vista de esta imagen, con la que hoy les ilustro el artículo, varias son las improntas que estoy seguro les van a llegar. Quizá de lo primero sea: Este hombre, se nos ha convertido en vegano. La Real Academia de la Lengua Española, nos dice que vegano es persona que reside en la vega… o también nos hace alusión a que sea practicante del veganismo, personas que se alimentan de vegetales. Ni lo uno, ni lo otro. Claro que tampoco les estoy induciendo ni tratando de convencer, nada más lejos de la intencionalidad, el que sean éstas, las mejores viandas para un saludable desayuno.
El razonamiento, raciocinio o enjuiciamiento a través del cual determinaremos nuestras acciones, ha de ser libre, no impuesto. Nuestras decisiones han de venir precedidas por un debate interno, al cual deberemos aportar toda nuestra experiencia y conocimiento que el devenir diario nos haya aportado, para con ello poder conseguir el máximo acierto a la hora de elegir… inclusive el contenido de nuestra alimentación.
Al igual que el desayuno puede ser pieza importante en el organigrama de nuestro sustento, en el pensamiento, el cocido preliminar de nuestros planes ha de redundar en el más sabroso y acertado plato para nuestras decisiones. Parecer ser que fue Sócrates, quien la dijo y su discípulo Platón el cual nos lo habría hecho llegar… la famosa frase de: “Yo solo sé, que no sé nada”. Personalmente cada día son más las dudas acumuladas en el disparadero de mis ideas acerca del acertamiento en las determinaciones y caminos a emprender. Puede que sean producto de los cambios observados en la rara y para mí, poco conocida imagen que ahora refleja el propio DNI renovado recientemente. Lo que comúnmente se ha dado en llamar, me lo recuerdan en teniendo ocasión y detecto que muchas veces es por motivo de sana envidia: “Eso es de la edad”.
De algo estoy seguro, cuanto más firme y determinada es la acción, consejo, o encaminamiento propuesto por alguien del cotidiano y mundano día a día, más fuerte es mi rechazo a la misma. Las ideas no se imponen, se exponen. Los cambios nunca han de venir por el camino de la obligatoriedad de su cumplimiento. La alteración de nuestros hábitos y costumbres, han de llegarnos por el convencimiento a través del consenso con toda persona afectada por los mismos. Entiéndase, conflictos de pareja, en la familia, grupos de amigos, la sociedad en general.
Están muy de moda los grupos de charlas en las redes… con toda la complejidad que conlleva aparejada el poder reflejar-percibir los sentimientos e intenciones del texto escrito, sin contar con los tonos de voz o reflejo físico y expresión del comunicante. No son pocos los desatinos, decisiones inadecuadas y problemas resultantes de esta moderna forma de comunicación.
Sí, esta mañana he decidido, no salir a pedalear, quedarme en la comodidad del hogar, refugiarme en el aburrimiento del no hacer nada… y luego descansar. La mejor medicina contra la acumulación de actividades. He tenido que cambiar algo el desayuno, dejar atrás el mollete tostado con aceite y mermelada, aumentar un poco la fruta fresca de la temporada, cerezas del corazón, dicen de ellas que son muy ricas en antioxidantes… y, conformarme con algo de cereales, nueces, precedido todo ello con una infusión, hoy depurativa, de cola de caballo con miel de abeja y polen.
No, no… para nada lo recomiendo, y mucho menos refugiado en el hastío hogar, en el aburrido y soso entorno de la cocina casera, donde se cuecen las más perversas y malignas conversaciones e ideas. Que ustedes lo disfruten y en su salud se vea reflejado el gozo.