Hace unas fechas pedaleaba junto a unas personas componentes del grupo de ciclistas Gimnasio Tama, ellas me comentaban de la experiencia vivida el 8 y 9 de junio presente.
Habían decidido realizar por su propia cuenta y riesgo un Encuentro Cicloturista con personas de otros Clubes. Con la asistencia de unas ochenta personas, entre las locales y las propias integrantes del Club Malagueño las Jabatas, de similares características a las del Gimnasio Tama, o las del Club Venta Volante de Jimena de la Frontera, o las propias Hormigas Verdes de Algeciras. Y algunas personas más afines al mundo del deporte practicado en plena Naturaleza.
Las personas que llegaron desde más lejos, se hospedaron en el Camping el Torcal, desde donde se iniciarían todas las actividades. Allí se organizaba el sábado noche una pequeña fiesta con cena y velada nocturna amenizada por dos grupos musicales que dieron un gran ambiente a la Fiesta.
La mañana del domingo comenzó con un buen desayuno. A no más de las nueve treinta horas, se daba inicio a un senderismo con un recorrido circular que les llevó hasta el Arroyo de las Adelfas y vuelta. Paralelamente otro grupo arremetía con el circuito en bicicleta que, arrancando en el propio Camping continuó por el camino hacia el Cortijo de la Alanhuela, “camino de los toros” hasta Cortijo la Parrilla, Camino de servicio de la A-45, vuelta circular al camino de la Asunción por entres sus pinares, para regresar a través de los caminos de la Agencia de Medio Ambiente, encarar la bajada por las inmediaciones del Cortijo las Beatas, cruzar el Arroyo de las Adelfas y regreso al Camping. Un total de unos treinta y cinco kilómetros de esfuerzo en plena Naturaleza, en unos momentos en que ésta luce en todo su esplendor.
A lo largo del recorrido pudieron disfrutar de agua para avituallamiento tan fresca y cristalina como la del Nacimiento del cortijo de la Alanhuela, o la propia en el Cortijo de la Parrilla, extasiar la mirada con los paisajes que se pueden admirar desde la falda de la Sierra de las Pedrizas o de los propios Cerros del Romeral. Empaparse del olor de la Primavera, gayumbas, espinos, y toda la flora de monte bajo que andan en estas fechas, compitiendo entre sí por la caricia y el aleteo de abejas y demás insectos polinizadores, pequeños insectos que les proporcionaran la oportunidad de gestar las nuevas simientes.
Deleitar los oídos, con el sonido de cuantas aves se aprestan ante la llegada inminente del calor, por sacar adelante sus proles y prepararles para la autosuficiencia. Y cómo no, sentir la satisfacción del logro conseguido, del esfuerzo realizado y la posibilidad, esta sí que me agrada personalmente, de poder disfrutar de todo un reconstituyente almuerzo, sin preocuparse por las calorías, ¡Ya las habían gastado con anterioridad! El menú: un buen arroz, carne en salsa, postres caseros, vino y demás viandas. Con posterior tiempo en la piscina, para el relax y descanso una vez finalizadas las preocupaciones por la seguridad y el llevar a buen puerto todas las actividades, llegaron los comentarios de la jornada con amenas charlas y pequeñas anécdotas de todo lo acontecido…
Con las pilas cargadas, plena satisfacción y muchas ganas de repetir actividad, llegó el regreso a la cotidianeidad de nuestro día a día. Mis felicitaciones a Gimnasio Tama por ayudar a crear ilusión, mejorar nuestras constantes vitales y demás capacidades físicas.