El endocardio es una membrana que recubre las cavidades internas del corazón, concretamente está presente tanto en la superficie de las válvulas cardíacas como en las aurículas y en los ventrículos. Como su propio nombre indica una endocarditis es una inflamación del endocardio.
Normalmente una endocarditis está producida por una infección, ya sea de bacterias o de hongos, aunque en realidad es bastante menos frecuente que sea producida por hongos. Es conocido que existen situaciones muy concretas en las cuales es mas fácil sufrir una endocarditis, como por ejemplo cuando se presentan problemas en las válvulas cardíacas, o bien existen anomalías congénitas o existe abuso de drogas por vía parenteral o incluso cuando se ha producido una cirugía cardíaca reciente. En otras ocasiones se desconoce cual es la verdadera causa que ha producido la endocarditis.
En cualquier caso en principio los síntomas que produce una endocarditis no son muy específicos: dolor muscular, fiebre, fatiga y dificultad para respirar. El diagnóstico lo establece el médico cardiólogo partiendo de la sintomatología y confirmándolo con pruebas como por ejemplo una ecocardiografía y un análisis de sangre que incluya hemocultivo. El tratamiento lógicamente pasa por la administración de antibióticos en el caso de infección por bacterias. Al principio es muy probable que sea necesaria la administración intravenosa de estos antibióticos y luego continuar la administración por vía oral durante semanas para asegurarse la eliminación total de estas bacterias que han producido la endocarditis.
En otras ocasiones se pueden producir daños permanentes en las válvulas cardíacas y será necesaria la cirugía para sustituirlas. También pueden producirse otras complicaciones graves como son la insuficiencia cardíaca o los accidentes cerebrovasculares. Hoy para finalizar quiero felicitar a aquellas magníficas estudiantes universitarias que este fin de semana cumplen años: ¡Feliz Cumpleaños!
