El estado al que se llega en las sesiones plenarias del Ayuntamiento de Antequera alcanza límites nunca vistos, como el que se produjo en la noche del lunes 20 al martes 21, entre el portavoz del equipo de gobierno, Ángel González, y la concejal socialista Dolores García.
Ante la situación económica de crisis general, los ciudadanos buscan desesperadamente soluciones, y no espectáculos como el del último Pleno.
Los señores concejales deberían hacer «memoria histórica» de los plenos de otros mandatos, donde sí había claras diferencias ideológicas, o donde se permitía el debate, pero a veces incluso se negaba a la oposición poder intervenir, y se llegó hasta casi las manos. Cosas peores se han vivido, pero no tan penosas como la de este último pleno municipal.
Tras reflexionar sobre él, ya sé por qué los plenos mensuales, se llaman Plenos «Ordinarios». De ustedes depende su desarrollo para las próximas ediciones.