Como todos sabemos la fotofobia se produce cuando la luz, ya sea solar o artificial, incide sobre los ojos produciendo de esta manera un malestar evidente. No debemos entender la fotofobia como una enfermedad en sí misma, principalmente es un síntoma de enfermedades oculares o del sistema nervioso, aunque también puede deberse a otras patologías.
Existen varias causas que pueden provocar que la fotofobia sea aguda y nos impida realizar acciones cotidianas, como por ejemplo diversas patologías oculares (uveitis, glaucoma), úlceras, infecciones e incluso lesiones o cirugías en los ojos, además de la utilización de ciertos medicamentos. Por otro lado, enfermedades como la migraña, la meningitis, o bien la utilización de drogas de abuso (cocaína, drogas de diseño) o el mal uso de las lentes de contacto también pueden producir fotofobia. Por otro lado, hay personas, como las albinas o aquellas que tienen los ojos claros, que son mas propensas a sufrir la fotofobia.
Los síntomas que presenta la fotofobia son mu evidentes: alta intolerancia a la luz, enrojecimiento ocular, necesidad de mantener cerrados los ojos, lagrimeo, parpadeo en ambos ojos excesivo y en ocasiones picor y dolor ocular. Ante la aparición brusca de fotofobia lo mas aconsejable es acudir al médico oftalmólogo para que haga una revisión completa y exhaustiva de nuestros ojos.
Es importante que observemos si esta fotofobia además va acompañada de otros síntomas como pueden ser mareos, dolor de cabeza, pérdida de audición, rigidez cervical o vértigos. Lógicamente el tratamiento dependerá mucho de la causa que produce la fotofobia, es evidente que la utilización de gafas de sol polarizadas y el control de la luz de nuestro entorno es fundamental en estos casos.
Hoy para finalizar quiero expresar mi más sentido pésame para aquellas personas que recientemente han perdido a un ser querido, saben que cuentan con todo mi apoyo y toda mi comprensión.
