jueves 21 noviembre 2024

Friends

Cada generación es definida en un porcentaje alto por una serie o película. Los años 90 no serían una excepción, naciendo la serie “Friends”. Su cabecera de inicio es una declaración de intenciones. Jóvenes maduritos pasándoselo bien, bailando, riendo, independientes, muy a la moda… enfrentándose a sus primeros grandes problemas en el comienzo de su madurez: trabajos, aspiraciones serias y reales, la paternidad primeriza, los desengaños personales o sociales… en definitiva el primer portazo de la vida en esa independencia, pero en un ambiente edulcorado por la sana amistad de los compañeros/ as de piso que conforman un círculo familiar. 

En él, es necesaria la empatía, la comprensión, el entendimiento, el consejo… para que la realidad sea más llevadera. De alguna u otra forma, todos hemos vivido circunstancias parecidas. Unas más afortunadas que otras. Está claro que los productores creadores Bright, Kauffman y Crane, se inspiraron en sus experiencias personales, viendo un producto televisivo que poder explotar, quizás por esa empatía y universalidad. La idea fue buena pero necesitó de un reparto muy diverso en perfiles interpretativos. El grupo de jóvenes a parte de poder sintonizar con una forma de ser, debía de encajar con el resto del reparto y a su vez tener la expresividad y la cualidad del humor físico de primeros del siglo XX en el cine (Chaplin, Keaton,…). Todas esas cualidades fueron explotadas por los guionistas de la serie, consiguiendo en la audiencia la fidelidad por temporadas y años. Hoy, una plataforma audiovisual, ha celebrado el encuentro entre su equipo técnico y el artístico. 

Sus intérpretes han tenido diferente suerte en la vida (Perry, Aniston, Cox, Schwimmer, Kudrow y LeBlanc), pero continúan teniendo dicha sintonía entre ellos. “Friends”, al igual que otras series en otras décadas, como “Fame” en los 80, nos hacen entender la vida de forma diferente e inspirarnos. Suelen ser para el espectador como un bálsamo o desconexión hacia una realidad paralela, deseada o a lo mejor vivida. Ahora, en la distancia, la reposición se recuerda y se vuelve a visionar con cariño, sabiendo por experiencia lo importante que es afrontar la vida junto a alguien en sus momentos más diversos. Esa era la idea principal de sus creadores. Disfrutar la vida y sus maravillosas simplezas, la de una sonrisa, una lágrima, un aplauso, un abrazo,… sabiendo que “I´ll be there for you”.

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