Como su propio nombre indica una gingivitis es una inflamación de las encías (gingiva), es decir una inflamación de esa mucosa fibrosa que rodea al diente. Como todos sabemos en una gingivitis las encías se infectan, se inflaman, se vuelven mas sensibles y como consecuencia presentan un color rojo muy característico.
Las principales causas que producen una gingivitis son los residuos de alimentos, las bacterias presentes en la boca y las toxinas que éstas producen, esto constituye la placa bacteriana. Es relativamente fácil que todas estas sustancias se acumulen en los dientes, por este motivo la gingivitis es tan frecuente y puede aparecer a cualquier edad. A priori se puede deducir que la mala higiene dental favorece la gingivitis, pero existen otras situaciones que también pueden fomentar la gingivitis. Así por ejemplo, una diabetes mal controlada, el uso de ciertos medicamentos (anticonceptivos, antihipertensivos), el déficit de algunas vitaminas (vitamina C) o los cambios hormonales pueden hacer que seamos más propensos a sufrir una gingivitis.
Los síntomas que se producen en una gingivitis son ya clásicos y muy conocidos, independientemente de si se presentan úlceras bucales o no, las encías se vuelven sensibles, inflamadas y habitualmente sangran. El tratamiento pasa por utilizar pastas dentífricas y enjuages específicos para las encías, que usted puede encontrar en su farmacia. El odontólogo también puede recomendar una limpieza dental profesional, enseñará el uso de la seda dental o cepillos interdentales si no se utilizan e intentará orientar al paciente para que elimine la posible causa que ha producido la gingivitis. Hay que tener muy claro que una gingivitis no tratada con el paso del tiempo puede acabar en una periodontitis, en la cual los dientes se terminan cayendo. Para finalizar, hoy reconozco que no se puede estar más orgulloso de una hija que esta semana ha empezado el ciclo de enseñanza secundaria.
