¿Quién me iba a decir que un día me diría un médico «¡Tómate un café que te vamos a internar para comenzar inmediatamente con un tratamiento de quimioterapia!?». Pues así me pasó y me tuve que apartar de todo y tuvo que ser Luisa Casero la que lo dijera en las páginas de este periódico que, como saben, es parte de mi vida.
Gracias a Dios, a Santa Eufemia, y a todas las advocaciones a las que me he y me han encomendado, estoy aquí escribiendo de nuevo. Gracias a mi mujer, mi familia y amigos, he podido superar el tratamiento. Gracias a los médicos, enfermeros y técnicos (en Cartas al Director me extiendo, ya que aquí no caben todos), por aconsejarme, guiarme y medicarme para afrontar esta maldita enfermedad, el cáncer.
Este viernes 11 de noviembre, el día en el que el mundo se iba a acabar, me dieron las primeras pruebas positivas, tras 8 meses de lucha, por las que he ganado una batalla al cáncer. Ahora, pruebas complementarias y revisión en 3 meses. Pero yo me pregunto: ¿sigo o no sigo teniendo cáncer? Aunque hace un año me daba repelús, ahora es todo lo contrario, me siento orgulloso de decir que lo tengo/he tenido, o como quieran. Y lo digo así porque al ver a los profesionales, el apoyo y la lucha de esta enfermedad, siempre diré, como digo en mi twitter «combatiendo el cáncer».
Esta enfermedad no puede con nosotros. Y no lo va a poder conmigo. Cuento con el apoyo de todos, y aunque no pude despedirme en mi ida, sí lo hago en mi vuelta. Aquí está el «Retorno del Jedi», con ganas de comenzar de nuevo, y de no olvidar la experiencia que la vida me ha ofrecido. Gracias infinitas a Todo y a todos.