En una conversación trivial, contándole a un amigo el despegue que iba tomando Antequera ante la llegada de empresas internaciones de renombre, con una importante oferta de puestos de trabajo, me hace una observación en la cual no había reparado: no se ven grúas. Y comenzó a enumerar las casas antiguas de la calle Lucena, concluyendo con el ceño fruncido que una arteria tan principal, muestra demasiados signos de vejez como si sus últimos moradores se aferraran, desde el más allá, a mantener en pie sus moradas para que no cayeran en el olvido sus pasos por la tierra.
En nuestra ciudad no se ven grúas. Esos armatostes que se ven desde lejos no nos impiden que veamos con claridad el cielo, nada le hace sombra al sol que los ilumina y pocos ruidos de albañilería se oyen en nuestras calles. A lo sumo, algún que otro piso inicia sus reformas y los permisos de obra cuelgan en la fachada del edificio.
Tal vez el que permanezcan tantas casas cerradas a cal y canto no solo sea signo de tener una economía deprimida, también juega un papel principal las preferencias de la gente joven por ocupar una vivienda en zonas ajardinadas, con fácil aparcamiento y unas distribuciones mejores y más simétricas que las que ofrecen los pisos construidos en el centro urbano por el derrumbe de antiguas casonas. Y qué duda cabe, los números difieren mucho a la hora de comprar. Si además tenemos cerca poblaciones donde el precio es considerablemente menor y, las comunicaciones inmejorables, el atasco de vetustas moradas es difícil aliviarlo.
Curiosamente hay un dato que mi amigo desconoce: todas las terrazas, a casi todas las horas del día, están a rebosar en Antequera. Como si la pandemia nos hubiese cambiado las preferencias, quizá la casa pueda esperar para tenerla en propiedad, pero la diversión, lo inmediato, aquello que nos alivia el estrés, la competitividad y las ganas de disfrutar un rato de ocio es una constante en nuestras prioridades. Puede que en Antequera falten grúas y sobren locales comerciales, pero nuestra ciudad es mejor que años atrás, tiene más peso e influencia y está siempre llena de visitantes. Por algo será.