Toda la prensa española se hace eco, con distintos matices, del período de tiempo transcurrido desde 2020, recogido como año de la pandemia. En efecto, fue a finales del 2019, o comienzos del 2020, cuando apareció la infección provocada por COVID-19, o más científicamente la infección producida por el virus SARS-CoV-2, escapado “o dejado escapar” en la ciudad china de WUHAN. Sí, recuerdo que la mayor parte de ese año y de los años posteriores, lo pasé lejos de España, compartiendo con los grandes centros de investigación de los Estados Unidos lo que iba apareciendo sobre el virus, viviendo y aprendiendo todo lo que pude sobre la infección y publicando dos libros de títulos:
Horizonte COVID-19. Realidades y esperanzas. Mis reflexiones. Infección por SARS-CoV-2. Lo que nos ha enseñado la CIENCIA. Todos los medios de comunicación retienen como fechas señaladas dos: las del 8 de marzo (por celebrarse ese día, la gran manifestación feminista), y la del 14 de marzo (por haberse declarado ese día la reclusión de la población española para “evitar contagios”). Yo prefiero olvidar esas conmemoraciones, y recordar la fecha del 14 de marzo, y contar algunas reflexiones sobre dos personajes: Salvador ILLA y su inseparable, Dr. SIMÓN.
La fecha del 14 de marzo era ya una fecha memorable para la Ciencia: un lejano 14 de marzo de 1879 nació Albert EINSTEIN; con él vio la luz años más tarde una nueva etapa de la Física. Por otra parte, nos dejó un 14 de marzo del 2018 un gran físico teórico, Stephen HAWKING. Y, de esta forma le damos un contenido científico al 14 de marzo, antes de pergeñar algunas reflexiones sobre ILLA y su inseparable Dr. SIMÓN, previosa la llegada de la prudente Carolina DARIAS…
Empezaré hablando un poco sobre el Dr. SIMÓN, cuyo prestigio como epidemiólogo nunca puse en duda. Si critiqué con dureza sus silencios ante la que se nos venía encima, y su inhibición frente a lo que estábamos viendo. Creo que el Dr. SIMÓN se limitaba a decir o no decir lo que políticamente era o no correcto en cada momento. De hecho, acaba de volver a aparecer estos días diciendo cosas más congruentes, de acuerdo con su buen saber de epidemiólogo y manifestando algo así como algunas cosas que no dijo en su momento, y que él las tenía muy claras. El Dr. SIMÓN desapareció de la escena pública con la prudente ministra de Sanidad, Carolina DARIAS… y -según tengo entendido- se dedicó a “lo suyo”.
Más grave resultó para mí el papel jugado por Salvador ILLA. Me parece deleznable que fuera “placeado”, y finalmente conocido y colocado en Cataluña, como candidato ganador del PSC al cargo de presidente de la Generalitat catalana. Parece que sus inquietudes para resolver el grave problema de la infección por SARS-CoV-2 pasaron muy rápidamente a otro plano. Ahora le preocupan más los problemas de sexo en Cataluña. Con ILLA tuvo lugar el confinamiento decretado por su jefe SÁNCHEZ con fecha 14 de marzo del 2020. ¡Qué horror me produjo aquello! Calles vacías, gente rumiando y dudando si tenían o no la enfermedad… ¿Cuantos fueron las víctimas mortales de aquella infección viral? ¿120.000? ¿150.000? ¿Qué pasó en las residencias de personas mayores de algunas comunidades?
Recordemos que los hospitales y su personal no daban abasto con sus esfuerzos para contener la propagación del virus. Y recordemos cuantos “palos de ciego” políticos no resolvieron nada; hubo que esperar a los desarrollos científicos de las nuevas vacunas para tener algo en las manos…Y ahora, cinco años más tarde nos encontramos en plena trifulca con las nuevas vacunas, y una preocupación con cualquier nueva infección causada por un nuevo virus… ¿A qué juegan los políticos? ¿A no decir nada y a esperar a que aparezca una nueva infección viral y se lleve por delante otros ciento y pico mil vidas que sobraban? Eso parece al cabo de este período de cinco años… Dejemos de culpar a las Comunidades que no nos gustan de muertes, inundaciones actuales o lo que sea. Pensemos que es posible la llegada de otros virus, y demos la importancia que tiene la Ciencia en todo esto. Es una tristeza ver cómo políticos de baja monta se dedicaron a “resolver” problemas científicos, y asistir como estamos asistiendo ahora a las disputas científicas entre los descubridores de las dos vacunas que nos han ayudado a estar más confiados con la infección viral que “nos ha tocado ahora”. Confiemos que la primavera que hoy empieza con clima revuelto, inundaciones y altas temperaturas, nos traiga también Ciencia y más sosiego.
