Como su propio nombre indica, una ileostomia es una abertura (estoma) de la parte más baja del intestino delgado (ileon). El médico cirujano realiza esta apertura en la pared abdominal cuando el colon o el recto no funcionan correctamente. De esta manera, la principal función de la ileostomia es liberar los residuos fecales del intestino cuando existen serios problemas para la defecación que necesitan de una intervención quirúrgica.
La ileostomia puede ser a corto plazo o por el contrario para toda la vida, dependerá del tipo situación que sufra el paciente. Debemos pensar que en ocasiones antes de practicar la ileostomia es necesario retirar el recto, o parte del intestino delgado o incluso el colon. Esto ocurre en situaciones como por ejemplo, el cáncer de colon o recto, la Enfermedad de Crohn o en algún tipo de emergencia intestinal que pudiera presentarse. De hecho, recibe el nombre de Colostomia si se realiza sobre el colon. En cualquier caso, los residuos son recogidos por una bolsa especialmente diseñada a tal efecto y que el propio paciente retira periódicamente.
Los riesgos de practicar esta intervención son los habituales de otras cirugías: infecciones, cicatrización, daños en los órganos cercanos y coágulos sanguíneos, entre otros. Lógicamente esta nueva situación puede afectar en parte a nuestra vida a nivel laboral, o al practicar algún deporte, o al viajar e incluso a nivel íntimo y sexual. Por lo general, estos pacientes pueden llevar su vida de manera casi igual a la de antes de la operación, dependerá mucho de cada caso en particular. Para acabar, desde aquí envío un fuerte abrazo a aquéllos que recientemente han tenido que pasar por el quirófano.