En condiciones normales los niveles elevados de glucosa en sangre se regulan gracias a una hormona llamada insulina, esta hormona se sintetiza en las células beta del páncreas. Un insulinoma es un tumor que se localiza en el páncreas por el cual la producción de insulina es muy elevada e incontrolada.
Antes de nada no debemos de olvidar que sólo 1 de cada 10 insulinomas son cancerosos. El principal problema que presenta un insulinoma se centra en los niveles tan bajos de glucosa que soportan estos pacientes, la continua hipoglucemia que los altos niveles de insulina produce en dichas personas. Esta situación produce síntomas muy poco específicos, entre ellos se encuentra dolor de cabeza, mal humor, torpeza, hambre, temblor, confusión, debilidad y problemas de visión. La gran mayoría de estos síntomas se deben al efecto que tiene la hipoglucemia sobre el cerebro. Si los niveles de glucosa en sangre disminuyen mucho se puede sufrir convulsiones, coma e incluso la muerte.
El diagnóstico del insulinoma es difícil, parte de un análisis de sangre que refleje los bajos niveles de glucosa en sangre junto a los altos niveles de insulina mantenidos en el tiempo y se complementa de otras pruebas de imagen como la ecografía, la resonancia e incluso el TAC. Asimismo se pueden determinar los niveles sanguíneos de la proinsulina, también llamada péptido C. El tratamiento siempre es quirúrgico, intenta eliminar el tumor en su totalidad. A veces los insulinomas suelen ser pequeños lo cual dificulta su detección y su extirpación, normalmente suelen presentarse como un sólo acumulo de células. Por otro lado, también es necesario tratar los síntomas que la hipoglucemia produce en si. Como decía la famosa Celia Cruz, ponga un poquito de azúcar en su vida y todo le irá mejor.