Tras cerrar esta legislatura. Todo son cábalas y promesas electorales donde las encuestas tienen un lugar, pero no la última palabra. Las mentiras se disfrazan de millones y bienestar y la tele bombardea más que Putin y que otros aliados que le tenemos mucha estima y oímos menos sus barrabasadas. Comienza el espectáculo, con un preámbulo que sentó delante de la pantalla a cerca de cinco millones y medio de telespectadores. Más de un 25 por ciento de audiencia, récord asegurado y “Salvados” crecido y prolongado a la sombra de Évole audaz y vehemente en su carrera hacia la meta del número uno en comunicaciones políticas. Tiene aplomo y agallas este presentador que hace crecer el debate con preguntas comprometidas y actitud sosegada en apariencia que controla el tono moderado de los contrincantes. No se alzan la voz, se desnudan y enfrentan con tranquilidad, algo soterrada por el ansia de demostrar mucho y en poco tiempo, ser mejor que su adversario, estar seguro, sin titubeos ni arrebatos y conquistar a ese votante, demasiados en estos momentos, que no sabe la decisión que tomará. Yo seguiré en mi idea con mi voto popular, a pesar de tantísimo daño que he recibido de quienes creía gente de bien y sólo son unos chorizos vestidos de firmas y modales estudiados. Bárcenas nos engañó, pero Rato nos tocó las fibras sensibles y un sinfín que ni viene a cuento nombrarlos.
El mismo calificativo se hace extensible. Pero no me siento cómoda en otras ideas, ni voto un presidente que no sé dónde situarlo por muy revestido de sabiduría y Garicanos que le acompañen. Me quedo con el esfuerzo sobrehumano que ha realizado este gobierno, mentiras incluidas, para sacar el cuello del atolladero donde nos abocó el adalid de la alianza de civilizaciones.
El PP se va con parte del deber cumplido, queda renovación, que la habrá de hacer con menor o mayor trauma. En cambio, lo que veo en la palestra no refleja la nitidez del color que quieren plasmar. Al menos, el PP creo que ya se está curando del cáncer de tanto golfo como militó en sus filas.
