Se ha celebrado los días 3, 4 y 5 de marzo del presente año 2023, el 530 aniversario de la llegada a aguas de Baiona, en Galicia, de la carabela “La Pinta”, con una treintena de onubenses de Moguer y de Palos, al mando de otro onubense, éste de Palos de la Frontera, Martín Alonso Pinzón. No es la primera vez que asisto a la celebración de esta actividad.
En mi artículo Por tierras de Baiona, publicado en el ejemplar de este mismo semanario del 26 de marzo del 2022 describí con cierto entusiasmo estas fiestas, en honor de aquella gesta –ida y vuelta– al “Nuevo Mundo” en aquel cascarón flotante –no muy distinto de “La Niña” y “La Santa María”– cuya reproducción se encuentra amarrada en el Puerto de Baiona, y se puede visitar. Esta vez he querido asistir a la conmemoración de la llegada de La Pinta, desde sus prolegómenos, varios días antes del 3 de marzo., desde el 28 de febrero, día de Andalucía… La amabilidad de mis amigos, Marta y José, invitándome a pasar unos días en su espléndida casa de La Ramallosa –en las proximidades de Baiona– lo han hecho posible.
Recordemos que “La Pinta”, más rápida en su navegar, tocó costas españolas en Baiona (Galicia) unos días antes de que “La Santa María” lo hiciera en Lisboa. De esta forma, fueron los marineros de “La Pinta” los primeros que informaron a Europa –a través de Galicia– de la existencia de un nuevo mundo, lejano, al otro lado del Atlántico. ¡Qué hazaña! Sólo cabe introducirse en la reproducción de “La Pinta”, fondeada en el puerto de Baiona, como ya dije en mi artículo de hace una años, para estremecerse por la gesta llevada a cabo por aquel puñado de andaluces –onubenses– en parejo “cascarón”.
Este año pude ver con tiempo y detenimiento los preparativos de la gran fiesta de la Arribada de la Pinta a estas costas gallegas: el ambiente subía cada día, empezaban a verse más trajes y vestidos de la época, hasta que el mismo día 3, fiesta local en Baiona, todo parecía “en orden”; paseamos por las calles de Baiona y asistimos a una exhibición de bailes de aquella época con voluntarios y voluntarias vestidos con trajes de aquellos años finales de los 1400. No podía faltar el bocado típico de Baiona en esos días de fiesta: el “choripán”, nombre local para ese trozo de chorizo a la brasa servido a modo de bocadillo en un bollo de pan típico. Así degustamos nuestro choripán en el lugar donde nos recomendó Cristina, gran mujer, de origen alemán, pero de esta tierra, conocedora de las tradiciones gallegas, y de otros muchos lugares de España, entre ellos Andalucía, y de otros países.
El colofón de nuestra visita este primer día de fiesta, fue el amplio paseo a pie por las calles de este pueblecito gallego que se enorgullece cada año de su fiesta en recuerdo de aquellos andaluces que aparecieron por sus aguas, en “La Pinta”, al mando del onubense Martín Alonso Pinzón. Aprovechemos, que estos andaluces no hayan sido declarados aún “genocidas” por ignorantes de ambos lados del Atlántico. Admiremos su gesta, como hacen los baionenses y visitantes de estas tierras en sus días de fiesta de la Arribada.
¡Aprendamos los andaluces a valorar la gesta del descubrimiento de América! ¡Sepamos valorar todos los españoles lo que supuso aquel descubrimiento para todo el mundo!