Tras dos años sin Feria del Libro debido a la infección por el Coronavirus, este año 2022 ha vuelto a su emplazamiento natural en el amplio parque del Retiro madrileño. Se ha celebrado con todo entusiasmo entre los días 27 de mayo y 12 de junio del 2022. Volví de los Estados Unidos el 7 de junio, con objeto de participar en esa actividad cultural, tan de Madrid y de su parque del Retiro. El 9 de junio de 10 a 14 horas eran la fecha y hora que se me habían asignado para la firma de ejemplares de mi libro FLORES, FRAGANCIAS E ILUSIONES, en la caseta número 55, rincón reservado para la LIBRERÍA LÉ. Las gestiones para que ello tuviera lugar las llevó a cabo el doctor David A. Malavé, director de Editorial KALATHOS, editora de mi libro. Yo me ocupé, siguiendo su consejo, de comunicar la fecha de mi firma a grupos seleccionados de amigos; según mi editor, la operación de firma fue un gran éxito.
No es la primera vez que asisto a una sesión de firma de uno de mis libros. Ya lo hice con mi primer libro de título EL ÚLTIMO PESCADOR ROMÁNTICO hace 4 años. Este libro fue editado por E.D.A libros, con cuyos responsables los señores Paco Torres y Fernando Mateo, guardo una buena amistad desde entonces. En aquella ocasión firmé algunos libros, aunque sin haber desplegado todo nuestro poder de convocatoria.
En esta ocasión –mayo a junio del 2022– he observado, quizá, más interés, tras estos dos últimos años de suspensión. La Feria es un buen “escaparate” en el que los escritores conocidos se hacen ver con su última obra publicada y los menos conocidos o desconocidos –como es mi caso– se ven rodeados de sus amigos y van con humildad a mostrar su capacidad de escritor. Debo decir que este librito, primorosamente editado por Editorial KALATHOS, me ha hecho pensar mucho en lo que escribo con tanta ilusión. Resalto en él que en algún momento de mi vida he querido recordar que aún hay plantas y flores que huelen bien y que están dispuestas a incorporarse a nuestra vida para alimentar nuestros sueños dotándolos de aroma.
La gran escritora hispanovenezolana, ahora residente en Florida (USA) –Carol Prunhuber– con la que mantengo una estrecha amistad, aceptó leer el texto y “darle más brillo” con su Prólogo, en el que subraya alguna frase del libro como la que dice: Sin quererlo, mi pueblo se convirtió en el origen de todos los aromas de flores que siempre han estado conmigo, o aquella en la que Carol, al referirse al libro y a mí resalta que el libro es un canto de amor a mi tierra, a las flores, florecitas, plantitas como las llamo, a la belleza y a las flagrancias que siempre han estado conmigo.
Fue una experiencia el participar en esta nueva edición de la Feria Internacional del Libro de Madrid, en el parque del Retiro. Allí firmé muchos ejemplares de mi librito. Aquellas horas del 9 de junio firmaba y reflexionaba mucho rodeado de amigos entusiastas; pensaba una y otra vez en Antequera, y me decía para mi fuero interno: Un antequerano en la Feria del Libro, o dicho de otro modo, Antequera y sus fragancias están aquí.