Este Ministro inquieta todas las sobremesas, no falta ni un solo día a su cita, se mete sin previo aviso en las casas de todos los televidentes, su voz no confunde a nadie de los radioyentes. Y aunque sabemos que un negro horizonte cada vez más denso se ciñe sobre nuestras cabezas, acuciamos casi una ansiedad enfermiza de escuchar algún mensaje de alivio, pero no de consuelo infeliz de niños que no sirve más que para prolongar unas vanas esperanzas, sino de estar realmente convencidos que se está abonando un campo que va a dar sus frutos a medio plazo, porque se muestra muy ambicioso llevándose lo mejor que como personas necesitamos para ser independientes y libres, ni más ni menos que un trabajo medio digno. Pero tantas idas y venidas a esa vieja Europa justificando lo injustificable para arrancar compromisos, apoyos y voluntades no deja de sorprender, sobre todo, cuando los que nos tienen que salvar lean con incredulidad que uno de esos bancos españoles que necesita tantísima ayuda para no ir al traste, le tiene que dar, como pacto entre caballeros, a uno de sus directivos 14 millones de euros para la jubilación. ¡Mira por dónde se va a perder la posibilidad de estar en la cola del paro!
Y nuestros vecinos comunitarios no quieren arriesgar sus dineros porque piensan que somos bastante lelos, que tanto sol nos ha derretido la capacidad de pensar y que eso de obrar en consecuencia y exigir responsabilidad aquí no funciona. La cárcel está para los más alejados y débiles, los primeros y, por tanto, los listos que apelan a la inmunidad por su cargo tienen medallas como en las olimpíadas, pero no se las cuelgan, se las meten en los bolsillos a la vista de todos y se quedan tan panchos. Este país tiene presente y futuro para los sinvergüenzas, mientras el resto seguimos atrapados entre el abuso de los banqueros y la guinda que quiere el señor ministro para España, pero no hay manera de conseguir que la tarta se reparta para todos; eso sería un error de cálculo que no van a cometer quienes se apropian de los dineros públicos.
