“La vida no se trata de encontrarte a ti mismo. La vida se trata de crearte a ti mismo”.
George Bernard Shaw
Ahora que con ruidosos cantos y chirigotas, con letras irónicas y divertidas con disfraces que cambian nuestro día a día ahora que nos vamos a quitar las caretas, los antifaces, los carnavales, dejamos de ser lo que por unos días, horas o incluso instantes hemos sido, hemos soñado con ser. Una princesa, un pajarraco, una superheroína, un tenebroso espíritu de las tierras oscuras, incluso una youtuber de extensiones larguísimas y uñas de acero. Ahora volvemos a nuestra identidad de cada día, maestros, albañiles, médicos, dependientas, gimnastas…
Asistí la semana pasada a una conferencia muy interesante sobre el tema que abordo, la identidad, nuestra identidad. ¿De dónde viene todo lo que nos hace ser nosotros mismos? desde luego no de las redes sociales que a veces nos convierten en otros personajes, en otros seres humanos que sonríen a la cámara y luego siguen con sus vidas, es decir nos disfrazamos, nos camuflamos de nuevo.
Nos hemos preguntado alguna vez ¿qué impulsa nuestra identidad? ¿nos la dieron al nacer? ¿es parte de nuestro ADN? ¿Fueron creadas a lo largo de nuestras vidas? En realidad ¿quiénes somos? Y lo más importante ¿en quién nos podemos convertir? Es un extraordinario desafío.
Explorar estas ideas me pareció interesante. Si miramos ese ADN ancestral, yo dirá que somos mucho más neandertales, romanos, fenicios, árabes que españoles, por no hablar de cartagineses, suevos, germanos, celtas, iberos… aunque realmente me interesa mucho más la parte de ¿en qué nos podemos convertir? ¿quiénes somos? ¿quién soy?¿cuál mi voz en esta vida?
El que quiera encontrar la respuesta la encontrará. También es cierto que cualquier acontecimiento que altere tu vida lineal hará que cambies de dirección y te replantees algunas cosas o muchas y siendo uno mismo el camino sea otro. Bueno, hay que cambiar de ojos para mirar las mismas cosas. ¡Os auguro sorpresas!
