Semana complicada en el seno de varias familias, como lo son todas las del año, pero a veces se hacen más latentes porque son niños, jovenes, conocidos, inesperadas o complicadas.
Acabo de leer la carta al director que hay debajo de esta columna, y leo la admiración de una persona al dolor que han padecido unos padres, quienes lo tomaron con resignación, asumiendo esa redención que Cristo nos ofrece y recuerda cada Semana Santa.
Hace una semana, pasé por revisión por la planta de Oncología por Carlos Haya, y me reencontré con situaciones de personas que comienzan, que siguen o que finalizan su lucha. Me topé con los dichosos «recortes», por los que los médicos especialistas en cáncer, se ven obligados a «ajustar» sus consultas, eliminando una de los días que atienden a los enfermos.
Son situaciones que te hacen reflexionar, valorar y agradecer, como cuando me encontré en el Vía Crucis de Periodistas de la Diócesis con Esther Luque, de la Cadena Ser en Málaga, compañera luchadora por la causa, y conocida mediante twitter (no todo es malo lo que esconden las redes sociales, siempre que se utilicen adecuadamente).
Luego, mientras que sigues viviendo y afrontando las situaciones que la vida te depara, te encuentras con la monotonía, ya cansina, de los «tiradores» de piedras y «escondedores» de mano… los que se dejan llevar por las habladurías, por los pareceres, por lo que te dejas llevar, contar, manipular, porque te guste más o menos…
En otros tiempos «guerreriles», hubiera hecho lo mismo, pero hoy, a unos días de Semana Santa, invito a dejarse de «tonterías de los vivos» y a pensar en lo afortunados que somos por poder vivir.
Aprovechen a quien tienen al lado, intenten ser felices y hacer felices a los demás, como dice el Arcipreste. Dejen al lado las suposiciones, complejos, intereses personales, y piensen que aquí estaremos dos días.
Mientras tanto, orgulloso de mis amigos, de mi familia, de la gente que valora la vida, y rezando por los que aún se quedan con las «tonterías de los vivos» para que se conviertan algún día…