Siento que el fútbol no es lo mío, me alegro por aquellos que lo disfrutan. Yo me dedico en esos momentos a pasear por la playa, en medio de gamas de azules de atardecer. En estos comienzos de verano, me parece que no me apetece hablar de política, reivindicaciones o paseos carcelarios del cuñado del rey, tampoco de las primarias del PP cosa insólita en el partido. Dan mucho calor las guerras o guerrillas por el poder. Siento la brisa en mi rostro sin maquillaje.
De regreso y oyendo desde mi habitación los últimos comentarios de unos de los partidos, me pongo a preparar mi viaje a Alemania y a República Checa. Listas de ropa, maletas, sandalias y deportivas, ah! la cena en el crucero por el Vitava, necesito vestido para la ocasión, será el negro lápiz con kimono. Refrescará. Pasaporte, coronas checas. Tarjetas, información en el móvil, vuelos, hoteles…
Estoy encantada. De repente me paro y pienso en nuestra reina de visita por EEUU. Dios mío, ¿qué equipaje llevará? Por lo que puedo ver el color rosa ha inundado sus maletas. Vestidos, zapatos, rosa fucsia, rosa, rosa pastel, rosa estampado de Carolina Herrera, en definitiva el rosa ha sido el protagonista de este viaje. Geometría de naranjas y azules en Nueva Orleans. Las noches como no de negro, joyas importantes pero no excesivas, no le gustan a Letizia.
El pelo recogido. El pelo suelto de día.Y de nuevo cuando los gorriones pían de mañana en Washington, un nuevo rosa asoma por los armarios interminables de la reina, esta vez la firma es Michael Kors. Seria veo a la primera dama Melania al lado de una sonriente Letizia. A saber que pasa de verdad por sus mentes. Subidas ambas en unos tacones de vértigo. Es lo que tiene que te lleven o te traigan hasta la puerta. Por fin he localizado mis jeans rosa palo. Ideales, me quedan ideales. Ya tengo hecha la maleta.