Minutos de silencio, años de olvido. Si todo ese tiempo se sumara, si todos estos minutos se transformaran en acciones contundentes contra la violencia de género, entonces quizá las mujeres que hoy se agolpan en un número demencial, en una locura que va más allá de las noticias que recogen con espasmos las muerte, los asesinatos a manos de sus parejas, sean ex maridos o ex novios o ex de lo que sean, tal vez este dato, esa estadística, estas numeraciones que son un dato frío pero real, desaparecería por completo.
Políticos negacionistas de la violencia machista, esta es otra. No seles pueden dar alas señoras y señores a los maltratadores para que se sientan impunes. Dice Rojas Marcos , el conocido psiquiatra español , que lo que genera el maltrato es el ansia de poder de uno sobre otro en una pareja en los roles tradicionales: hombre, mujer. No se trata de dar pasos atrás, en este tema siempre hacia adelante claro que sí, pero con la realidad ante nuestros ojos.
No me sirven los tuits de condolencia o el silencio cómplice de algunos de los políticos de turno, tampoco las lágrimas o la pena ante los micrófonos cercanos. Esto es lo fácil. Soluciones y ya están tardando mucho queridas autoridades en la materia. Sigue habiendo muertes.Claro que no vamos a cejar en nuestra lucha, pero esta lucha se ve muy lastrada cuando percibes que algo importante está fallando, que algo crucial se nos escapa en el análisis de estos asesinatos, que algo falla en la sociedad.
Las palabras están muy bien, las pancartas también, las voces unidas claro que sí, pero este gobierno u otro no pueden comulgar con ruedas de molino en lo que respecta a estas mujeres asesinadas. Determinación por la parte que me toca en hacernos notar. Alto y claro. Que el silencio no sea cómplice ni refugio del maltrato.