Me desperezo en medio de un olor a lluvia que parece irreal, soñado, pero que moja las calles con la realidad fehaciente del agua que chorrea intensa por tejados de sábanas blancas, por pliegues eternos de oníricos momentos.
Se me enciende la luz del despertador, dos minutos antes de lo acordado con la alarma en cuestión. Estoy en marcha. Recuerdo que tengo que decirle a alguien que… Ya está ¡me dormí con la idea de que Madrid es un desastre y que la señora Díaz Ayuso tiene mucho que ver en ello. Tengo que twitear un mensaje que me parece de lo más necesario para ella y especialmente para la comunidad de Madrid, es decir para las personas normales que la habitan.
¡La verdad, uf! demasiado temprano para verdades o mentiras, en fin sigo con mi línea de pensamiento mientras la cafetera expande su fantástico olor a café, café recién tostado, o eso dice la cápsula.
La falta de médicos en la comunidad de Madrid o en Andalucía, por no extenderme mucho, se debe a dos razones principalmente. Una, se han hecho recortes desde hace diez años en Sanidad, recortes a lo bestia. Pero esto ya lo había denunciado el colegio de médicos hace más de dos años. Dos, no valen los contratos basura.
Sí ya sé, en médicos de atención primaria estamos un poco a la cola de Europa, recalco la culpa es de la falta de inversión en Sanidad. No se cubren las bajas ya sean por jubilación u otros motivos. ¿Qué sentido tiene abrir hospitales si no hay sanitarios en los que ya están abiertos?
Los médicos están esperando en la bolsa de trabajo, claro que no van a trabajar de favor, tiene que vivir. Hasta el más cortito se da cuenta de que si no se invierte no se puede recoger. No se pueden tener médicos si no se ha invertido en tenerlos. De Perogrullo vamos. ¡No sean chapuceros!