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Nadie duda que Antequera es el mejor sitio para estar cerca de cualquier punto de Andalucía. Nadie, excepto las nubes que o bien no atinan a dar con el camino o que cuando tratan de acercarse ven a lo lejos un gigante de la naturaleza y temen despertarlo. El Torcal es belleza y barrera. Es sello identitario y alejamiento de un clima más suave proveniente de la costa. Quizá sea porque en el cielo no se cansa nunca de contemplar tanta belleza que cobija Antequera, se niega a llorar. Pero nuestros campos se mueren y el agua se queda a las puertas o pasa de largo.
Todos hablan de soluciones a la sequía. ¿Dónde encontrarlas? La tierra está sedienta y las reuniones de despacho no sirven para calmarla. Y los expertos no paran de decir que este proceso es irreversible. ¿Hay alternativas a medio plazo? Parece paradójico que teniendo tan cerca el mar, suframos por el agua. Se ha estudiado la posibilidad de desalar el agua del mar. Proceso además de costosísimo, plantea el inconveniente de que tiene que disponer de espacio donde depositar las sales extraídas y qué impacto puede producir en el medio ambiente, no solo en los humanos, también en la fauna y flora.Cambiar los hábitos de consumo podría paliar este desastre que aún no se ha manifestado en toda su crudeza, puede aliviar la situación de los embalses. Trescientos catorce litros de agua se necesitan para producir un kilo de aguacates, en esa proporción de consumo es imposible que no se resienta la naturaleza. Y no llueve.
El dicho popular de “salga el sol por Antequera” ha llegado hasta el astro rey que está dispuesto a lucir todos los días del año, desviar cualquier nube que cometa la osadía de acercarse a nosotros, y darnos calor que es su principal y única misión. Ya se habla de comprar acciones del agua. Seguir dando limosnas a los agricultores ofreciendo una nueva distribución de la PAC que arruinará a muchos pequeños pequeños y medianos propietarios.
Pero el tema es mucho más profundo. No es buscar la solución a corto plazo para los que viven del campo, es administrar un bien que es limitado. Y el agua que parecía no tener fin, se ha convertido en un valor finito e insustituible. Nos sonaba de lejos que había millones de personas en el mundo sin acceso al agua potable, este problema se nos está acercando, pone en riesgo nuestra salud porque nadie puede negar a estas alturas el empeoramiento en el cambio climático.
