Es una lástima que los padres de ahora tengan que trabajar tantas horas fuera de casa y no puedan disfrutar de los peques e implicarse más en su educación. Pero aún es más penoso que para poder “estar tranquilos” se les permita a los niños permanecer tanto tiempo conectados a dispositivos digitales. La vorágine del día a día es tan estresante que lo único que queremos al llegar a casa es tranquilidad y que los niños no den ni un ruido.
Hacer esto creyendo que no pasará nada, que no es un problema, es un auténtico error. Poner en las manos de un pequeño un aparato con tantas posibles formas de causarle problemas es introducirlos en un caldo de cultivo del que muy difícilmente podrán salir más adelante. A través de los dispositivos tecnológicos se puede acceder a contenidos cuyas mentes no podrán asimilar además de impedir el adecuado desarrollo de determinadas zonas cerebrales indispensables para el aprendizaje, el control de la conducta y la personalidad y funciones cognitivas superiores.
Cada vez son más los jóvenes que acuden a nuestro Centro tras haber desarrollado una adicción a través de las tecnologías de la información y la comunicación. Nuevas formas de adicciones sin sustancias como son la adicción al juego de forma virtual, a las compras compulsivas, al sexo, a los juegos en línea, a redes sociales… Si para conducir un vehículo es imprescindible asistir a clases y prepararse, por qué no para aprender un adecuado uso y manejo de las nuevas tecnologías. Tecnologías que tienen múltiples utilidades y beneficios y que además son necesarias para nuestra actividad diaria por lo que hay que enseñarles a utilizarlas adecuadamente. Si necesitáis formación al respecto solo tenéis que poneros en contacto con nosotros, Proyecto Humano Antequera.
