Mucho se habla de Neymar y Bale, pero poco hablamos de los jóvenes futbolistas que sin sueldos millonarios, coches de lujo ni miles de seguidores en twitter y facebook, sienten más y mejor la esencia del fútbol, como sucede en cualquier rincón del mundo, como ocurre en Antequera.
Este jueves por la tarde-noche, tuve el privilegio de recibir la llamada de Vicente Ortiz (#theonlymister) para entrar a conocer el vestuario del Antequera Club de Fútbol y poder charlar un rato con los jugadores. Del contenido, entre nosotros queda. Es lo que llaman “secretos de vestuario”, que hasta ahora no he sabido comprender lo que realmente es. Supone una experiencia gratificante y que no olvidaré en mucho tiempo, por no decir en toda mi vida.
Enjuiciamos con facilidad el mundo en sí, y más el deporte, o lo que los medios destacamos como lo que es el deporte en general. Esta charla nos sirvió para descubrir nuevos valores, nuevas sensaciones. Desde entonces no paro en recibir mensajes de ellos, mis “nuevos” compañeros. Pero las gracias os las doy a vosotros.
Ese oxígeno que necesita mi cuerpo, se alimenta cada vez de pequeños detalles, como el vuestro, como el de todos esos jóvenes que entrenan cada día como si fuera el partido de su vida. Iba preocupado porque sin la camiseta y el número a veces os confundo a algunos… pero cosas de la magia del día a día, veros, miraros cara a cara, fue suficiente para saber cuál era vuestro nombre, esta vez sin confusión.
Sois grandes, sentís los colores, sois ejemplo de muchos jóvenes que vienen pisando fuerte. ¡Sed conscientes que muchos os miran como espejo! ¡Aprovechad vuestras redes sociales para motivar a los chiquillos que algún día ocuparán vuestro puesto en el vestuario!
Mañana… a darlo todo. El próximo domingo, ya sabéis lo que tenéis que hacer. Y sobre todo, seguid las indicaciones de ese joven talento que nació para dirigir este vestuario del Antequera. Y como os expuse, insisto, perdón por lo que os pedí este jueves… y buscar el apoyo en lo que os sirva para ser mejores personas.
