En la llamada era de la comunicación, definida como la significación que tiene el proceso de comunicar para la gente real mientras se relaciona con el rango amplio de materiales y recursos simbólicos que existen a su disposición, estamos cayendo en el error de tomar como veraz todo lo que sea envuelto para regalo.
Esto nos está llevando a captar el mensaje del político de turno, en época preelectoral, de una manera totalmente velada, nos quedamos con la forma y obviamos el fondo, cuando lo que debería de importarnos verdaderamente, sería el fondo y no tanto las formas, porque en el fondo, las formas de hacer política en estos tiempos, están conforme a la realidad social del momento, compramos lo que nos vende AMAZON y recibimos lo que nos entrega ALIEXPRESS, y lo más preocupante de todo, es que luego… callamos.
Cuando estamos comprobando que brilla por su ausencia la vocación de servicio público en la mayoría de aspirantes a sillón y la primera medida del edil electo suele ser aprobarse subidas de sueldo, en la gran mayoría de consistorios constituidos legalmente tras los pertinentes comicios electorales, deberíamos pensar en el rico refranero español, “ande yo caliente… “.
No estamos para muchas risas, mirando lo que cuesta la cesta de la compra, la luz, el gas, el teléfono y el butano… y que falta hace, y mucha, mirar dentro del paquete que nos llega a casa en forma de lo votado, desechar el embalaje y mirar el fondo, analizando lo que hacen por nosotros, unos y otros, para comprarles otra vez el producto o buscar otra tienda que nos garantice el poder vivir mejor.
Vayamos a VOTAR en conciencia, quitando la paja y quedándonos con el grano, de nuestras decisiones depende el destino de nuestro país, y ESPAÑA merece mucho y bueno. Procuremos hacerlo bien. ¡Gracias, siempre!