Otros cuatro años va a tener Manolo Barón para seguir gobernando y desarrollando políticas en favor de los antequeranos como lo ha venido haciendo en los dos últimos mandatos. Las elecciones generales del 28 de abril dieron unos resultados que aún deberían analizarse con rigor y seriedad.
Que Pedro Sánchez esté estos días gestionando las fichas del tablero para sentarse en el sillón de la Moncloa, apoyándose en independentistas, dice mucho de lo que votaron los españoles: mediocridad y populismo.Indudable que aquellos resultados fueron fruto de la España subvencionada que, con trabajos en B y con la Junta en manos del PP, salió a votar para no perder la ayuda que veía peligrar seriamente. Hace falta bajar a explicaciones más sencillas para que la gente entienda que en España cotizamos 18 de los 45 millones. De ahí el miedo. Aquellos resultados, para muchos ilusos y políticos con cierto afán de protagonismo, fueron rápidamente extrapolados.
Se hablaba, por citar algunos ejemplos, de que localidades como Alhaurín de la Torre, Antequera, Estepona o la misma Málaga iban a perder la mayoría absoluta y la confianza de sus votantes. Pues bien, no ha sido así. La buena gestión del Partido Popular en esos núcleos le ha vuelto a dar la victoria. Y es que, en política municipal, la cosa es bien distinta. Barón ha vuelto a revalidar su tercera mayoría consecutiva. Tiene cuatro años por delante para centrarse en el Puerto Seco, pero también para revitalizar el comercio (a las calles Duranes y Comedias solo les queda por poner en alquiler las solerías). Antequera tiene que encontrarse y no puede convertirse en una ciudad donde el comercio esté ya solo en los extrarradios.
El centro histórico necesita de mayor afluencia y la afluencia la dan los comercios. Antequera tiene que revitalizar su marca de Patrimonio de la Humanidad y para ello tiene que cerciorarse de que al frente de ello hay gente de nivel y no pesebristas. Los mensajes de otros alcaldables para Antequera de una ciudad de futuro y esperanza, accesible e inclusiva (como quería Kiko Calderón) eran, más que órdagos a los votantes antequeranos, estupideces de un joven que no sabe lo que dice o lo que quiere. Por lo tanto, felicidades al PP y a Barón. Con inteligencia y una buena gestión Antequera seguirá creciendo para seguir siendo el corazón de Andalucía. Pero, ¡hay que ponerse a trabajar ya!
