La práctica deportiva es algo que la Sociedad debería de tomar más en serio. Todos conocemos que practicando algún deporte podríamos aumentar en grande manera la mejoría de nuestra salud. Esto todos lo sabemos, pero existe más de un remolón a la hora de ejercitar su cuerpo.
Muchas personas incluso se declaran seguidores de un determinado deporte para justificar la falta de actividad y de esta forma sentirse mejor consigo mismo. Ser hincha de un determinado deporte significa estar involucrado en él. Estas personas sienten que por asistir a los espacios cerrados donde suelen celebrarse estos deportes que miden su repercusión social por el número de espectadores que asisten a sus encuentros, piensan digo estos concurrentes que por ir a verles, ellos también están haciendo deporte.
Cuidado con estas actitudes pues pueden ser más perjudiciales de lo que podíamos creer. Más aún si nos dejamos llevar por todo lo que rodea a ser meros espectadores de una actividad deportiva. Tengamos en cuenta que el pago de una entrada a estos eventos deportivos no da potestad para pasarnos por el forro de nuestros… intereses, la Ley Orgánica 10/ 1995, de 23 de noviembre, del Código Penal, que regula todo lo tocante a injurias y calumnias.
Estos problemas, seguramente no se darán en aquellas ocasiones en que nos disponemos a visionar la retransmisión deportiva en nuestros propios domicilios, pero ojo otros no menos graves y concernientes a nuestra salud nos pueden llegar a sorprender por la frecuencia en que solemos entrarle a ellos. En estas especiales veladas, la cerveza u otro tipo de bebidas alcohólicas es «normal» se haga uso de ellas, al igual que los aperitivos como patatas fritas industriales, frutos secos, fritos y salados, galletitas saladas y otros tipos de alimentos precocinados…. Toda esta comida nada recomendable no hará más que acrecentar el problema del sedentarismo, pues a la falta de ejercicio al que sometemos a nuestro cuerpo le estaremos añadiendo unas calorías extras que aumentarán nuestro peso corporal, el colesterol, la tensión, y otros problemas de salud nos irán sorprendiendo con su más pronta que tarde aparición.
Pero como les digo…. Me niego a ser negativo. Entonces por qué les cuento toda esta negatividad con respecto a los deportes denominados de gran repercusión social contando para ello con el número de seguidores. El estado de negatividad se contagia, se trasmite, se difunde con mucha más facilidad que lo positivo.
En la semana pasada un locutor de radio en emisora local arrancaba su programa haciendo alusión a su desesperanza, a su desencanto, a su desilusión. Según sus palabras emitidas por las ondas… ¡El Deporte Antequerano estaba muy triste! o… desolado, desencantado o cosa parecida. ¿Qué es? ¿Cuál es? ¿A qué deporte Antequerano se estará refiriendo? Pensaba yo. Impávido pude oír a continuación en el desarrollo del programa donde ya dio detalles de su pesar…. se refería muy en concreto a un par de modalidades deportivas en las cuales además de los malos resultados cosechados al parecer también se habían producido conflictos con los espectadores («deportistas») en lo tocante a la Ley de la cual yo les hacía referencia.
Mis respetos a cualquiera de las opiniones vertidas por otras personas.
Antequera, su deporte, por fortuna abarca muchas modalidades. En el deporte unas veces se gana y otras se pierde. Me declaro abiertamente un gran HINCHA del DEPORTE.