El triunfo de Manolo, y digo bien, porque fue más mérito de él y su equipo que del partido. Se hizo esperar y nos hizo sufrir mucho. Como todo lo bueno en esta vida, hay que echar tiempo, tesón y coraje. Ahora, cuatro años por delante, van sobrados para que esta ciudad aprecie de verdad la gestión honrada y competente que los chicos y chicas del PP han demostrado bastante más que suficiente. Atrás queda la larga jornada, sinceramente la más nerviosa y tensa de cuantas he vivido como interventora, el ambiente mucho más cargado de lo debido, demasiadas visitas intentando buscar algo más que el saludo y agradecimiento y, ausencias poco explicables.
Casi toda el día, solo una de IU que dividió su tiempo dentro y fuera del colegio electoral, el resto de interventores, a excepción de los populares, abandonaron su cometido. Lo que estaban haciendo no tiene el mayor interés. Es posible que se fueran a casa a tomar el tentempié de media mañana, esperar el almuerzo con siesta incluida y la merienda por si el recuento se hacía largo y pesado. O, cabe esperar que iniciada la mañana con una lentitud pasmosa en cuanto a votos se refiere, recibieran mensajes de socorro para alentar a su electorado. He de admitir que los Whatsapp echaban humo.
Todo estaba dentro de lo posible, y todos trabajamos con interés para ser los ganadores. Mi compañero Bienvenido y servidora estuvimos muy alertas a no perder ni un solo de los votos, a revisar las cabinas de las papeletas y a estudiar las caras de la gente, que es en ellas donde se hace el primer recuento de votos. Pero en ningún momento nos metimos en la cabina con el votante para hacerle presión sobre nuestro aspirante. No es una barbaridad lo que estoy diciendo y nos llegaron mensajes de actitudes comprometidas. ¿ Quién puede pensar que los votos se ganan o pierden en un momento? Hay gente que no entiende estar en la oposición y no valora el cometido tan importante que su misión tiene, fiscalizar el trabajo del gobernante. Perdemos el norte tirándonos insultos, menosprecios y ninguneos. Y ya no nos crecen los enanos, sino una gran variedad de opciones que nos puede acarrear la falta de gobierno. Manolo disfruta de tu merecido triunfo y enséñale a los antequeranos lo que eres capaz de hacer. ¡Felicidades!