En el templo de Jesús
en el Portichuelo
el bronce repica al cielo
hoy con pena desmedida
con toques roncos de duelo
que hasta hicieron llorar a la “Socorrilla”.
Tu muerte Ángel Guerrero
me a ‘lanzeao’ el corazón
porque siempre me trataste con esmero
y en tus crónicas sincero
encumbraste con tu pluma tú mi don
todo un sol en tu hacer de reportero
en tu diario decano y malagueño
en nuestra tierra Antequera por su amor.
Te guarde el Dios soberano
y su Madre Nuestra guapa “Socorrilla”.
Las gracias te doy hermano
que es como tú me decías
Ángel Guerrero paisano
siempre irás en la mente mía.