Una mucormicosis es una infección producida por hongos que se localiza en los pulmones, el cerebro o los senos paranasales, aunque también en otros casos puede afectar al riñón, la piel, el corazón e incluso el sistema digestivo. En general esta infección se suele presentar en aquellas personas que están inmunodeprimidas, es decir, que su sistema inmune está debilitado. Este es el caso de personas que sufren leucemia o están infectados de Sida, por citar algunos ejemplos.
Los hongos que producen la mucormicosis habitualmente están presentes en la tierra, el abono y en los materiales vegetales en descomposición. Lógicamente el contagio se produce por entrar en contacto directo con alguno de estos hongos, concretamente al inhalar sus esporas o por una herida no desinfectada adecuadamente o bien al ingerir estas esporas por la boca. Los síntomas que produce una mucormicosis son inespecíficos y dependerán mucho de la zona del cuerpo que resulte afectada con esta infección. Estos síntomas incluyen fiebre, dolor de cabeza, tos, cambio del estado mental, diarrea, inflamación ocular y dificultad para respirar.
El diagnóstico en ocasiones no es fácil de establecer, parte de la sintomatología y dependerá de la localización de la infección. Se pueden utilizar pruebas diagnósticas como TAC, RMN, análisis, biopsia del tejido en cuestión y cultivo, hay que identificar el hongo que produce la infección.
El tratamiento es quirúrgico, se debe retirar la mayor cantidad posible de tejido afectado y también de tejido muerto. Lógicamente se realizará un tratamiento farmacológico que utilizará medicamentos antimicóticos (Anfotericina B). No debemos olvidar que la mucormicosis es una enfermedad grave, al ser pacientes inmunodeprimidos el pronóstico es reservado, se pueden presentar complicaciones tan serias como daño neurológico, ceguera o incluso la muerte. Hoy para finalizar reflexiono sobre la multitud de formas en las que podemos disfrutar de una amistad entre familias.
