¡Cómo cambian los tiempos! Hace años, se utilizaban las últimas semanas antes de unas elecciones, para presentar maquetas y proyectos (Parque de Bomberos, Parque Dolménico, Hospital, Aeropuerto, Puerto Seco, Anillo Ferroviario…). Ahora, en cambio, se aprovechan para anunciar pequeñas y grandes obras.
Si llevas unos días sin dar una vuelta por el Paseo, puedes ver cómo está la Negrita ya colocada o ese gran parque de juego infantil del que se espera se llame la atención de niños y familias enteras de Antequera y comarca.
Son dos formas distintas de ver las cosas, la de los macroproyectos aún no terminados, muchos de ellos ni empezados; y la de las obras pequeñas-medianas, que gustan más o menos, pero se van viendo concluidas.
Por último, uno se pregunta: ¿por qué no desarrollarlas durante los cuatro años, equitativamente, y no concentrarlas en unos meses o último año para que haya más tiempo y menos prisas en terminarlas?