Cuando la inspiración llega o’clock, es perfecta, pero esto no sucede la mayoría de las veces. El estado lúcido, de iluminación, no es algo exclusivo de artistas: pintores, escritores… La inspiración abarca un mundo, el mundo que habitamos. ¿Somos conscientes de ello? Esto es como un sumar y restar elementos, para pasarlos por la multiplicación y obtener una propiedad distributiva. Para esto, también hay que estar en línea.
Dicen los sabios pensadores, que aquello en lo qué más pensamos se manifiesta en nuestra vida cotidiana. Y es ahora cuando multiplicamos. Veamos. Si una mujer en paro o un hombre, tiene, pongamos cinco bocas que alimentar, cinco cuerpos que vestir, lavar, atender en las necesidades básicas, salud, enseñanza, agua, luz, gas… ya podemos elaborar la operación cinco millones de parados (multiplicando) por cinco seres humanos dependiendo de cada uno (multiplicador) nos salen 25 millones de seres humanos sin necesidades básicas cubiertas. Realmente ¿esto le importa a alguien? Es evidente que sí, pero no a los suficientes; pero no a los que tan ricamente dormimos en nuestra cama calentita, con el estómago lleno y la ropa de mañana preparada con inspiración, en el respaldo de una silla Luis XVI.
Algunos dirán que «ellos se lo han buscado» y otros que «así es la vida» Pero a capela, TODOS deberíamos entonar el «mea culpa». Unos, en lugares destacados, para eso han sido elegidos, los demás haremos el coro, el relleno, pero lo haremos.
«Tu vida está en tus manos, dice Bill Harris. No importa dónde estemos y qué hagamos o lo que haya sucedido; puedes elegir tus pensamientos y cambiar de vida». Pues NO. Esta vez no le puedo dar la razón a este hombre, porque el cielo que gravita sobre mí es gris y los ojos cerrados no me impiden la visión de las colas de parados, porque mi pensamiento sigue activo, siente la desdicha, huele la desesperación, toca el sufrimiento.
En unos cartones viejos guardan sus secretos y su inspiración hombres y mujeres que fueron seres humanos y lo siguen siendo, aunque rodeados de un halo de invisibilidad sin desorden aparente. ¿Inspiración o palabras huecas? ¿Opciones perfectas?