¡Ay Susana, lo de obtener menos votos que avales es muy incongruente, te lo digo yo y tooodos los expertos politólogos de este mundo! Lo que sabemos con claridad evidente es que los avales tienen que dar la cara, bien porque quieran serlo o porque sientan una presión ancestral, es decir firma, nombre y DNI. Pero los votos son secretos y es aquí cuando se produce la diferencia.
Las circunstancias políticas han cambiado y mucho con este permuta de tempestades socialistas. Espeluznante maniobras orquestales para apartar a Pedro del escenario político que, a) ya ocupaban los históricos del PSOE y b) los que esperaban acompañarlos en esa gloria, o sea Susana y sus secuaces.
A mí me daba vergüenza ver una gestora que se creía la reina el mambo y que según mi opinión, formulaba con tibieza sus gestiones, porque una cosa es ser prudente y tener dos dedos de luces y otra muy distinta es no tener sangre en las venas, vamos lo que siempre ha sido, y según los Álvarez Quintero, horchata y mala. Evidentemente la militancia no olvidó nada. No, no pasó página. Es el fallo más estrepitoso de Susana y sus importantes asesores, se equivocó de todas, todas. Los pronósticos fallaron. Y tanto. Recuerden la cara de Susanita antes y después de la foto.
Manos negras y morenas las hay en todas partes y blancas. ¿No han visto estos días a Trump orar en el muro de las lamentaciones? Con una mano oraba y con la otra vendía armas a los árabes a los que tanto odia. En fin volvamos al tema que nos ocupa. El PSOE ha sido poco inteligente, hablo en pasado. Ahora a comprobar si han aprendido de sus errores y rentabilizan el subidón. Pedro ha ganado a pesar de los pesares. Continúo a la espera activa, como no podría ser de otra manera. Siento una inmensa curiosidad.