Y por lo que escribimos, también. Los modernos medios de comunicación, nos dan la oportunidad de unos muy distintos modos de noticieros entre nuestras familias, círculos sociales más cercanos y correspondencias con casi todos los ciudadanos del planeta.Con un pequeño ordenador personal, un portátil, un iphone o cualquier otro teléfono móvil, con conexión a Internet, podremos tener acceso a las aplicaciones más comunes denominadas: “sin conexión” o WhatsApp, “gorjeo” o Twitter, o al mismo “cara libro” o Facebook.
En este último podremos sentirnos como el mejor y más preparado periodista, publicando todas nuestras noticias, incluidas fotos y todo el deseado y necesario texto con tal de dejar bien “informados” de nuestros quehaceres, a todos los amigos y público en general, según opción elijamos.En este característico medio de comunicación, el cara libro, son muy curiosas las noticias que nos podemos encontrar.
En nuestro perfil tenemos espacio para explayarnos y escribir nuestra crónica, lo más extensa que se nos ocurra. Habiendo personas tan ingenuas que se atreven a escribir verdaderas narraciones con soluciones a la carta para todos los problemas de la conflictiva y complicada actual sociedad. En otros apartados podremos leer y enterarnos de todos los pormenores en las más novelescas y tortuosas relaciones amorosas, desde la más timorata y ñoña, a la más apasionada y delirante. Enardecido el amor. ¡Oh..! Que grande es el amor… y nuestras necesidades de compartirlo también.
Luego están los que a golpe de publicaciones diarias, nos quieren convencer y hacernos partícipes de todas sus filias y fobias. Será por aquello de, las alegrías compartidas doble alegría y las penas… pero no, a mí personalmente, sin más razonamiento ni conversación donde se puedan exponer las razones de ellos y las propias… no me voy a dejar llevar tan fácilmente.
Ni hacia un lado, ni al otro tampoco.Menos mal que siempre nos queda la libertad para escoger, dar carpetazo, cerrar estos medios y abrir un libro elegido y escogido personalmente a priori. Tenemos también el que nos dice no tener conexión, el WhatsApp… y los grupos. Un grupo para la Familia, el de los amigos, los ciclistas, la asociación del baile, la AMPA… Grupos creados con un objetivo muy concreto, como es el de informar e informarnos de actividades, las propias del grupo y otras implicadas con el mismo. ¡Y aquí ya….! el “periodismo”, nos puede.
A ver, siempre me he tenido por una persona respetuosa, pienso que sin el respeto, la educación, un tiempo para cada cosa y cada cosa en su tiempo publicada, el orden no es posible. La eficacia de estos grupos de comunicación casi personales se pierde, se desvanece y se convierte en nuestro propio y particular medio de expresión de las nuestras y muy propias ideas y conjeturas.Que no. Que no me va a convencer nadie acerca de si el color azulgrana es más vistoso que el blanco. O de sí el toro tiene más apego al color rojo que al granate. O de que es preferible una chuleta de ternera tierna, al guisado de rabo de toro.
Sin dejar atrás un buen pulpo gallego. Todo ello no va a conseguir más que emborronar, desdibujar e invalidar los contenidos y la información que debieran llegarnos, limpios, pulcros y fáciles de entender y poner en práctica.Repito, personalmente no me afectan. Pero sí al propio grupo. Éste pierde su razón de ser, el motivo por el cual se creó queda desdibujado. Y desde luego deja mucho que desear toda aquella información a la cual no se le pueda rebatir, razonar, contrastar o sencillamente consensuar. Al gorjeo o Twitter, no le voy a dedicar más letras, ¡No permite más caracteres! Personalmente prefiero el gorjeo de las aves que se pueden oír en el Torcal. Al menos aprovechémoslas mientras estas técnicas, no las invadan.
