ROJO CORBATA. Esta mañana oía a Pedro Sánchez dirigirse a las tropas del pueblo a grito pelado, aunque a decir verdad, tenía un buen micrófono delante. Cual Leónidas para entrar en batalla cubierto con una corbata roja y desarmado de pensamiento lúcido claro y responsable. No debate mejor el que más chilla si no el que mejor trasmite a unos españoles que vamos aprendiendo a no ser tan tontos, a no aguantar repeticiones.
AZUL NOCHE TERCIOPELO. Soraya se subió a unos tacones que como no pude medir y las redes sociales tampoco ha aportado datos fidedignos, calculo que mínimo medían siete centímetros. Se envolvió en terciopelo chaqueta-blusón rara y se dispuso a recitar su discurso aprendido, estudiado, pero sin saber estar sin la mesa delante. Labios fucsia mate, a la última. Ella no debía estar allí, eso lo saben incluso los que se lo callan. Hizo lo que podía ante la ausencia de Rajoy. Ellos sabrán. Dicen los que estudian el lenguaje corporal que Sorayita ponía cara de palo. Se le hincharon un poco las narices cuando la corrupción afloró. ¿Pero quién puede defender este territorio pútrido? Las alusiones eran tantas que eché en falta la cara de sabihonda de Soraya en rueda de prensa en sus territorios. Claro, en esas plazas, las de consejos de ministros, ella se cree la reina del mambo. Pues nada. Hay que aprender de todos y con todos.
NARANJA SONRISA. Lo sabe, sabe que los que no quieren lo que han tenido y no quieren irse a un extremo, lo votarán tal vez. Las encuestas, los platós y las urnas son muy diferentes. Pero si se lucha por algo, hasta el fondo!! Contó en catalán su prueba de sonido. Pero en Málaga habló en español y sonrió. Propuestas, promesas y cambio. Frescura y nervios.
MORADO COLETA.- Él se llevó el gato al agua siendo él y su bolígrafo. Saber conectar con la gente, esa era su baza y lo consiguió. Seguridad y determinación.
Son números que luego se transformarán en hechos, pero todo esto no deja de ser algo diferente y me gusta.
