La empresa Ecoembes ha puesto en marcha un proyecto “Reciclaplus” basado principalmente en los envases de plástico. Tiene previsto entre agosto y septiembre visitar varios municipios de la comarca, entre los cuales nos encontramos. Todo con la cercanía que ofrece un autobús informativo para hacer el mejor uso del reciclaje. Y como aún no estamos convencidos y mentalizados de que la tierra y los recursos son limitados. Cualquier iniciativa que se haga ha de tener un atractivo añadido para esperar la mayor cooperación ciudadana.
En este caso un premio de 1.000 euros para el ayuntamiento que consiga aumentar en un 10 por ciento los kilos a reciclar durante un trimestre. Esta experiencia, que es educativa ha conseguido buenos resultados donde se ha llevado a cabo. Parece mentira que a estas alturas y con tantos años haciéndonos ver la importancia de separar los residuos y la facilidad para depositar cada cosa en su contenedor correspondiente, haya que recurrir a iniciativas como la que nos ocupa porque nos falta esfuerzo y voluntad para actuar correctamente. Todos estamos convencidos que un hábito tarda más o menos veinte días para hacerlo necesidad u obligación, la misma que tendríamos con los desechos, conocedores además de la cantidad de años que el plástico tarda en desaparecer de nuestros suelos.
No estaría mal pensar en un taller dedicado a los más jóvenes, con cierta regularidad y sin que medie el atractivo de un premio metálico. Recurrir al dinero nos hace comprender lo poco civilizados que estamos, hay que aprender y actuar con el medio ambiente que no está para recoger las porquerías y atropellos que constantemente le infringimos.
Esta noticia debería haber salido en primera página, bastante más interesante que lo que estos días ocupan las portadas, y no en un pequeño recuadro que lo ves cuando lees detenidamente el periódico.