Se nos fue Sor Rosa Peso
la alegría del Colegio y de la Congregación.
Creo que con su garbo y gracia
habrá formado en el cielouna gran revolución.
Simpática como ninguna,
enseñaba, cantaba o bailaba…
Y el hábito se movía
más que un traje de gitana.
Mucha gente te recuerda
por ser una gran mujer.
Buena religiosa y profesional
y, sobre todo, “entrega”.
“Rosa de pitiminí”
como me gustaba decir:
ya llegaste a tu destino.
Con mucho gozo estarás
con el Corazón Divino.
Intercede por nosotros
y échanos más que una mano,
ya que lo necesitamoslos
que vamos de camino.
MARÍA DEL ROSARIO ALCAIDE SORZANO