A Gallardón se le fue la mano en el proyecto y anteproyecto de la ley por la que ha dimitido. Lo que me extraña es que no hayan dimitido más ministros por dignidad. Tal vez esto sea pedir demasiado. Me refiero a Wert, Mato… Porque nuestros niños están también en sus talentos. Después de nacer hay que cuidarlos, educarlos.?
Aún recuerdo, hace unos veranos, mi marido y yo fuimos al cine en Vélez- Málaga, y escogimos una hora temprana para alejarnos de las muchedumbre. No recuerdo el filme, pero sí, que en la sala de cine sólo estábamos cinco personas y las otras tres eran Gallardón, su hijo y el guardaespaldas.
Hete aquí que en un momento de la proyección, el segurata se levantó y salió. Poco a poco la sala recobró una temperatura no polar. ¡Qué poderío el de Gallardón! Consiguió que no nos congeláramos por amor al cine. Bueno lo consiguió el guardaespaldas, que por cierto no era Kevin Costner ¡qué más hubiera querido yo!