Muchos son los estudios que a día de hoy nos podemos encontrar, acerca del cómo conseguir, dos objetivos esenciales en nuestro día a día, alargar nuestra vida y hacerlo con la mejor condición física, de tal manera que no necesitemos o al menos minimizar nuestra dependencia en aquellos últimos años de nuestra existencia. Los más avanzados hacen hincapié en que mejorando nuestra masa muscular, no necesariamente agrandándola, sino, haciéndola más fuerte con ejercicios frecuentes y una alimentación sana, lo estaremos obteniendo.
Pero verán… hoy, me voy a referir a un músculo en concreto que nos hace diferentes y únicos entre los demás animales, no encontrándose en ningún otro primate, éste es, el glúteo mayor, las sentaderas, o nalgas, porciones carnosas y redondeadas, que según nos lo identifica la RAE están situadas entre el final de la columna vertebral y el comienzo de los muslos, el culo. Mucho se ha debatido y estudiado acerca del músculo más grande y fuerte de toda nuestra anatomía, del para que sirve y como lo utilizamos.
El gran filósofo Aristóteles, en su libro Historia Animalium, nos decía que el hombre no tiene cola, pero tiene nalgas que ningún otro cuadrúpedo tiene. Argumentaba Aristóteles que los cuadrúpedos podían pasar largos períodos de tiempo de pie sin cansarse, al disponer de cuatro apoyos por el contrario el hombre disponía de las posaderas para sentarse y poder descansar. Fue un gran pensador, no cabe duda pero del porque su forma redondeada y el uso del glúteo mayor aún quedaría mucho para identificar estos razonamientos.
Juan Luis Arsuaga Ferreras, Paleontólogo y director de investigación en los yacimientos de Atapuerca, en su libro Nuestro Cuerpo, nos da los resultados de todos los estudios que el singular músculo ha suscitado. Nos habla del redondeado glúteo en lo sugestivo, como algo que ha generado y llenado muchas páginas de opiniones, acerca de su indicativo sexual, no son pocos los animales que utilizan partes de su cuerpo para generar expectación en relación con sus cortejos para atraer, conquistar y enamorar al componente del otro sexo, del cual estemos tratando de granjearnos su atención, el pavo real, ave del paraíso…
Porque en lo funcional, se pensaba que contribuía en el desplazamiento bípedo del humano, y se ha comprobado que esto no es así, o al menos no del todo. Lo utilizamos cuando mantenemos una larga carrera, o al ponernos en cuclillas, al extender las caderas, cuando cargamos y nos desplazamos con objetos pesados, para lanzar objetos, excavar, o al que yo más importancia le doy, caminar erguidos mientras subimos un empinado sendero en pendiente.
Por todo ello, ahora me viene a la mente una famosa frase de Benjamín Franklin, que nos dice así: “Muchas personas mueren a los 25 años, pero no los entierran hasta los 75” y esto me lleva de nuevo a las sentaderas, o mejor a otro termino, las sentadillas, sí, es el mejor tipo de ejercicio que podemos ejecutar si queremos mejorar nuestros glúteos, las nalgas, no como atributo sexual, (que también si así lo estiman oportuno) sino como signo de salud y mejora de nuestro estado físico, dado que no es lo mismo vivir con 25 años pareciendo una persona de 75, que morir con 75 (también pueden ser muchos más…) pareciendo una persona de 25.
Y si quieren tener una referencia, un simple pero eficaz test, un ejercicio para conocer su estado de salud, o por que cifra se encuentra nuestra edad biológica, sepan que bajando hasta situarnos en cuclillas, flexionando al máximo, tanto la articulación de la cadera como la de la rodilla, para después levantarnos sin apoyarnos en ningún sitio, aún con solo, nuestro propio peso, estaremos realizando una magnífica prueba para estimar nuestro estado de salud.