«Soy franco tirador y os mataré a todos para quedarme con ella», dijo el de Albacete.
Veo, oigo, palpo el llamamiento a las mujeres, para que denuncien malos tratos, físicos y psíquicos, vejaciones, acoso… ¿Qué pasó con las que había hecho la madre de la chica desde hace más de un año?
Lejos estamos de contemplarnos cómo somos en realidad, o de ver realmente lo que vivimos. Tengo un recuerdo gris de un otoño pasado. Ahora se tiñe de rojizos incandescentes ante mi ventana. Pero el recuerdo, la visión de este árbol no me impide ver la maraña de bosques y selvas en las que nos encontramos. Y No, NO, los presupuestos, señor Montoro, no son los más sociales de la democracia. Las palabras se pueden vestir de seda, pero palabras se quedan.
Y mientras tanto, la realeza europea, se va de boda. Se lucen tiaras de brillantes, rubíes, esmeraldas, diamantes que quitan el hambre. Modelos de Haute Couture, que valen las lágrimas del pueblo. El de la novia de Elie Saab, libanés, del Líbano masacrado. Los clutch de las damas, las de la boda son un ejemplo claro de menos es más, pero dicho en otro sentido. ¿Lo captan?
¿Han visto cómo los indigentes recogen lo que se tira en los contenedores? ¿Se han percatado que llevan unas bolsas grandes por si hay suerte? Pues eso.
Me quedo con la frase del príncipe Felipe dirigida a su cuñado Iñaqui Urdangarín: «Aquí cada uno se paga su casa». Sabemos que las arcas del Estado las llenamos entre todos, luego ¿quiénes pagamos? En la pregunta está la respuesta.
He cogido las agujas de punto y me he puesto a tejer. Este año se llevan los jersey hechos a mano. No he perdido práctica, me cunde y tengo una lista ¡uf! Qué estupendo…Uno al derecho, cruzo, ahora la hebra…
Recuerdo especial para LA VOZ, Montserrat Caballé, o lo que es lo mismo, Mimí, Tosca, Aída, Marguerite, Salomé…